Un cura muestra a los escolares de religión un macabro vídeo antiabortista

Ángel Gómez Negrete, sacerdote que imparte religión en el colegio público Diecisiete de Octubre, de Mocejón (Toledo), proyectó hace un mes en la hora de religión de 2º curso de secundaria el macabro vídeo antiabortista estadounidense "El grito silencioso", que relata con crudeza y exageraciones cómo se practica una interrupción del embarazo. Aunque al comienzo de la película se aconseja la supervisión de los padres, éstos no fueron consultados; tampoco el sacerdote les facilitó la cinta posteriormente, cuando se lo pidieron. El director del centro ha declarado que desaprueba el contenido del vídeo.

El caso estalló cuando una escolar del grupo que no cursa religión -a la proyección fueron invitados alumnos ajenos a la clase- llegó a casa impresionada, con mal cuerpo y afirmando que el aborto es un asesinato. Sus padres comentaron el asunto con otros cuyos hijos no asisten a religión (minoritarios, ya que más del 95% de los 609 alumnos del colegio público Diecisiete de Octubre cursa esa asignatura). Y varios de ellos fueron a protestar al centro y pidieron al sacerdote Ángel Gómez Negrete, de 29 años, que lleva dos en Mocejón (Toledo, 4.500 habitantes), que les mostrara el contenido del vídeo, a lo que el cura no accedió.El grito silencioso, "película educativa" es un vídeo antiabortista editado en 1985, de 27 minutos de duración, y grabado por el médico estadounidense Bernard N. Nathanson, un arrepentido de haber dirigido hace años una clínica donde se practicaban abortos. Presenta los pasos de un aborto por aspiración de un embrión de 12 semanas entremezclando fotogramas de ecografía con escenas de quirófano y explicaciones técnicas dirigidas a demostrar cómo se despedaza un feto a través de la aspiración. Ese sufrimiento es lo que Nathanson llama El grito silencioso. La cinta no escatima efectos visuales que confunden embrión con feto y hasta con niño, o la visión de fetos con talla de recién nacidos en cubos de basura, ensangrentados o despedazados sobre una mesa. Nathanson habla a lo largo de toda la película de "el niño", nunca de "embrión".

"Ese vídeo fue denunciado por la comunidad científica y las productoras en su momento", comenta Empar Pineda, de la comisión Pro Derecho al Aborto. "Utiliza lentes y proporciones que desnaturalizan el embrión convirtiéndolo en feto. Está descalificado por la angustia que crea en los chavales". "Nunca en un aborto por aspiración sale el niño a trozos como muestra el vídeo", explica un médico de la clínica Isadora de Madrid donde se practican abortos legales

Otros casos

El caso del colegio Diecisiete de Octubre de Mocejón (Toledo) no es el primero. En 1992 fue denunciada una profesora de ética de Ferrol (Galicia) por amenazar a sus alumnos si no veían un vídeo contra el aborto. En un instituto de Móstoles (Madrid) fue proyectado el vídeo ¡Dejadme vivir!, calificado por el Ministerio de Educación de "salvajada". En Tenerife, una profesora fue denunciada ese último año por comparar el aborto con el asesinato.La junta directiva de la Asociación de Padres del colegio Diecisiete de Octubre "se encuentra escandalizada", comenta su presidente, Ángel Llorca. Llorca es médico y, a la vista del vídeo, comentó las desproporciones en los tamaños de la sonda, el feto y el muñeco que maneja el doctor Nathanson durante las explicaciones. "No es educativo, es sectario. Maltrata la imagen de la mujer. Está lleno de falsedades. Las imágenes son lo suficientemente escabrosas como para impedir que se vean en las escuelas. Este vídeo no defiende la vida y comprendería que la comunidad católica protestara por su difusión", declara Llorca.

Además del pase de la película El grito silencioso, el sacerdote entregó a los escolares una fotocopia con imágenes de fetos muy avanzados yaciendo en cubos de basura, junto con otros cubiertos de líquido y manchas de color negro.

Otra fotocopia inserta viñetas de un aborto por "decapitación" en las que se ve cómo la mano asesina tira con unas pinzas del pie del feto bien formado para alcanzar la cabeza y penetrarla en la última viñeta con un tubo para succionar la masa cerebral.

"Es muy grave", opina Ángel Llorca. "El vídeo se pasó a tres grupos distintos (unos 70 alumnos), invitaron a escolares no inscritos en religión y el cura negó a los padres el acceso al vídeo".

El Diecisiete de Octubre alberga la primaria y el primer ciclo de sencundaria (hasta los 14 años). "Fue muy fuerte para muchas de nosotras", comenta una alumna sobre el vídeo; "nos tapamos los ojos en varias ocasiones y salí pensando que el aborto era como enseñaba el vídeo y como lo explicaba el cura, un crimen. Después mis padres me aclararon todo".

"Los niños se rieron"

El sacerdote cuenta otra versión: "Me fastidió que los niños se rieran durante la proyección", recuerda, y justifica el pase del vídeo en el aula de audiovisuales como una parte del tema sobre el aborto que incluye el programa de religión. "Al comienzo dije: el que no quiera verlo que no entre".Ángel Gómez Negrete añade que sólo había visto el vídeo una vez y no recordaba que al inicio de la cinta se recomienda la supervisión de los padres. "Quizá no es adecuado para esta edad", reconoce, "pero me fui a lo más flojo, hay otros vídeos más fuertes. La reacción fue más de los padres que de los niños, y cuando ellos protestaron fue cuando caí en la cuenta de que me había equivocado". A Gómez Negrete no le parecería mal que se mostrara en aulas para 17 y 18 años. Independientemente de que lo hubieran aceptado los padres, el director del centro, José Luis Magán, afirma que, de haber estado informado no habría autorizado la proyección: "No es adecuada para niños de 14 años, y en esto coincidimos todo el equipo directivo. Temíamos una campaña pero no la hemos detectado", dice Magán. "El año próximo incluiremos una formación sexual apropiada".

El director del colegio público toledano tenía previsto ayer facilitar una copia del vídeo a los padres. "Se ha comprometido a entregármelo el profesor de religión", afirmó.