Aire fresco en la política alemana
El nombramiento del empresario Jost Stollmann como ministro de Economía en el Gabinete en la sombra de Gerhard Schröder ha sido un revulsivo que ha conmocionado a la clase política alemana, dominada por rutinas y hábitos sólidamente asentados. Muchos se preguntaban ayer cómo reaccionaría Oskar Lafontaine, el presidente del SPD y el estratega económico del partido, ante la iniciativa de Schröder de ofrecer a un empresario el puesto de ministro de Economía.El líder socialista despejó ayer la incógnita en Berlín y dijo apoyar "sin condiciones" el nombramiento de Stollmann. "El SPD está decidido a modernizar la sociedad y abierto a nuevas ideas", afirmó.
Con Stollmann llega aire fresco a la política alemana o, al menos, llega un vocabulario nuevo, más directo, más expeditivo y más empresarial. De ello dan cuenta las numerosas entrevistas que Stollmann ha dado antes de irse de vacaciones. "Mi instinto me dice que el tedio político no es un problema de los ciudadanos, sino de los partidos. Han perdido el contacto con aquellos a los que representan", manifestó al periódico Berliner Zeitung.
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