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Reportaje:

La carrera del futuro

Mikel Ormazabal

La decisión de fabricar una lata de refresco con acero o aluminio, de construir la turbina de un avión con una determinada aleación de metales o unos derivados cerámicos, corresponde a un experto en el conocimiento de los materiales. La Escuela Superior de Ingenieros Industriales de San Sebastián, guiada por las necesidades actuales de la industria, creó hace tres años una nueva titulación, la Ingeniería de Materiales, cuya primera promoción acaba de graduarse recientemente. Los 12 ingenieros de materiales que han finalizado en junio su ciclo universitario tienen asegurado un puesto de trabajo, aunque una gran parte de la demanda de estos titulados se ha quedado sin respuesta. Javier Gil-Sevillano, director del departamento de Materiales del Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Guipúzcoa (CEIT), perfila la figura de este ingeniero de la siguiente forma: "Es un técnico especializado en proceso de producción de materiales". Es aquel que sabe distinguir entre 100.000 materias distintas existentes en catálogo a partir del estudio de su estructura microscópica. El ingeniero de materiales convive constantemente con los metales, los polímeros y las cerámicas, las tres grandes familias simples de materiales, y los composites, materiales artificiales que resultan de la combinación de los anteriores. Este es un campo todavía emergente en la industria y de gran futuro, porque "el futuro demanda un conocimiento muy preciso de los materiales que se utilizan para que el resultado final sea eficaz y rentable", explica Javier Gil-Sevillano. Terreno virgen España ha descuidado este campo, que en Estados Unidos y en otros países europeos se encuentra muy avanzado. "Cuando el programa de investigación de materiales era un objetivo prioritario en los países europeos y americanos, en España el terreno estaba virgen. Y la industria lo está sufriendo", expone el profesor. El Ministerio de Educación no aprobó hasta el año 1995 esta titulación dentro de la Ingeniería. Es una titulación de segundo ciclo que comienza tras aprobar los tres primeros cursos de ingeniería industrial. Los planes de estudio, partiendo de las directrices generales que establece el Ministerio de Educación y Ciencia, se han confeccionado a partir de la experiencia que el CEIT ha acumulado durante los últimos años. La Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra, en el campus de San Sebastián, ha sido pionera al introducir esta titulación en su desarrollo curricular. La decisión se adoptó al abrigo de las numerosas solicitudes de la industria y ante el vacío existente en esta materia en España. Como prueba de la proyección que Javier Gil-Sevillano concede a la ingeniería de materiales basta enunciar la guerra que actualmente se está fraguando en la industria para adjudicarse el mercado de las latas de refresco, que ahora está dividido al 50% entre las de aluminio y las de acero. Avances tecnológicos ¿Son mejores las latas de aluminio que las de acero, o viceversa? "Esa batalla la va a ganar un ingeniero de materiales, el único capaz de resolver el dilema", comenta el profesor. La clave está en elegir el material más ligero, aquel que resista el gas carbónico, la presión que ejerce la bebida, el que gaste menos material y permita su reciclaje, y el que sea el más barato. Todos los avances tecnológicos exigen materiales con prestaciones infinitamente mejores a las actuales como consecuencia de la competencia por introducir los nuevos descubrimientos. "Los ingenieros de materiales, además, se precisan en todos los campos del mundo industrial: la gestión de calidad, fiabilidad del producto, en los laboratorios de control, en los departamentos comerciales y de marketing, en el cuidado del medio ambiente, en el reciclaje de los residuos, o en la aeronáutica y la automoción", subraya Javier Gil-Sevillano. En la industria electrónica se está sustituyendo el aluminio por el cobre; en los motores aeronáuticos se está pasando de aleaciones metálicas a compuestos con base cerámica, y en el automóvil, la matriz plástica está relegando al aluminio. Esta revolución en el empleo de los materiales es un ámbito que compete a un ingeniero especialista. Rodeado de microscopios ópticos, electrónicos y de fuerza interatómica, aparatos de rayos X y las herramientas de análisis químico y físico, el ingeniero de materiales está dotado de una base científica que lo mismo le capacita para producir acero que para diseñar un microchip informático. Es el conjunto de la actividad investigadora aplicada a la producción industrial.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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