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Una empresa inicia la construcción de la primera central eólica valenciana

Superados ya los trámites protocolarios pertinentes y tras la publicación de la declaración de utilidad pública de sus actividades en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, la empresa Aciloe, SA -eólica, escrito al revés- se apresta a poner en marcha la primera fase de lo que será, de cumplirse los plazos previstos, la primera central eólica de la Comunidad Valenciana. La central, que se construirá en Buñol, a unos 40 kilómetros de Valencia, supondrá una inversión que ronda los 5.000 millones de pesetas.

"De momento hemos iniciado la ejecución de la primera fase del proyecto, consistente en la construcción en diversos talleres nacionales de las torres metálicas, de aproximadamente 50 metros de altura, que soportarán los aerogeneradores y que serán instalados en la zona elegida aproximadamente dentro de dos meses, para así comenzar nuestras actividades a pleno rendimiento a partir de este otoño aprovechando los fuertes vientos de esa época del año", explica Francisco Lacruz, presidente del consejo de administración de Aciloe y uno de sus principales impulsores. De las tres fases en las que se materializará el proyecto, dos ya han sido autorizadas por la Consejería de Industria y Empleo. La primera, que cuenta con un presupuesto cercano a los 600 millones de pesetas, comprende la construcción del edificio de control, servicios de planta, viales y de las de ocho torres generadoras -de 55 metros de altura por tres de diámetro, en su base, y dos y medio en la cima, y con unas palas de 44 metros de longitud- que generarán cinco megavatios de potencia total. La segunda fase -también aprobada-, presupuestada en 2.000 millones de pesetas más y que se acometerá a primeros de 1999 para estar acabada la primavera próxima, contempla la ampliación del parque en aproximadamente 30 torres más, que elevarán su potencia hasta los 21 megavatios. Por su parte, la tercera y última fase, "queda condicionada a la buena marcha de las anteriores", matiza Lacruz, "y contaría con otra ampliación, en número de torres e inversión, similar a la segunda, que elevaría la potencia final de la planta hasta casi los 50 megavatios". Cien torres De cumplirse pues las previsiones, la inversión final podría rondar los 5.000 millones de pesetas, e incluiría la instalación de casi 100 torres que se extenderán sobre las cumbres, siguiendo el perfil de la autovía A-3, Madrid-Valencia, a lo largo de todo el Cerro del Alto Gordo, en una superficie total de 110 hectáreas de la partida denominada La Cabrera, próxima al viaducto del Portillo de Buñol, a 40 kilómetros de Valencia y 700 metros de altitud. Unos 20 son los puestos de trabajo directos que se crearán cuando el parque esté en funcionamiento. "Indirectamente estamos generando empleo en otras empresas de la comarca que trabajan en sectores complementarios, como el de la maquinaria pesada, por ejemplo", explica Lacruz. Desde la dirección del proyecto se asegura que "el impacto ambiental será mínimo, sin emisiones, sin ruido y totalmente respetuoso con su entorno". Es más, aseguran que puede "atraer a nuevas empresas". La energía será suministrada a Iberdrola en un principio, para luego, llegado el momento de la liberalización del mercado, poder abastecer a cualquiera de las empresas del sector.

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