Barcelona perdió en cinco años más de 100.000 puestos de trabajo hacia la periferia

Barcelona perdió entre 1991 y 1996 más de 100.000 puestos de trabajo. Eso significa que además de perder población durante ese periodo, ha perdido también actividad económica, según datos extraídos del último padrón. Es la primera vez que Barcelona pierde al mismo tiempo población y puestos de trabajo, un fenómeno que ya se ha observado en otras grandes áreas metropolitanas de Europa. La pérdida de puestos de trabajo obedece a una dispersión de las empresas y de la actividad en el área de influencia de Barcelona, que desborda ya ampliamente las cinco comarcas de la Región I.

El periodo comparado (1996 respecto de 1991) corresponde a una fase de crisis económica, por lo que la pérdida de puestos de trabajo era esperada, pero no en tanta proporción. La capital catalana perdió en esos cinco años un total de 101.379 puestos exactamente, una cifra que supone el doble de los perdidos en el conjunto de Cataluña, que fueron 53.596. Es la primera vez que la ciudad de Barcelona pierde al mismo tiempo población residente y puestos de trabajo, y lo hace en proporciones diferentes. En ese periodo, perdió más actividad que población. Ésta pasó en esos cinco años de 1.643.542 habitantes a 1.508.805, lo que significa un descenso del 8,2%. En cambio, los puestos de trabajo pasaron de 761.165 a 659.786, lo que significa una caída del 13%. En paralelo, la población residente ocupada pasó de 623.630 personas a 529.551, es decir, 94.079 residentes ocupados menos. Algunos de estos puestos de trabajo se perdieron. Pero el saldo total de Cataluña es inferior a la disminución habida en Barcelona, lo cual sugiere que se ha producido un desplazamiento de la actividad económica. ¿Hacia dónde? Fundamentalmente hacia el área de influencia de Barcelona, cuya superficie creció el 56% en los cinco años analizados (véase EL PAÍS del 31 de mayo). Pero no sólo Barcelona capital perdió puestos de trabajo dentro del área. La comarca del Barcelonès, que además de Barcelona incluye L"Hospitalet, Sant Adrià, Santa Coloma y Badalona, perdió un total de 108.534 puestos de trabajo. Dispersión en el territorio A falta de una explotación más detallada de los datos del último padrón, estas cifras indican que se está produciendo un proceso acelerado de dispersión tanto de la población como de la actividad económica en el territorio de la denominada área metropolitana de Barcelona, que por otra parte es cada vez más extensa. La pérdida de población y de residentes ocupados es un fenómeno que ya se ha observado también en otras regiones metropolitanas europeas y en el caso de Barcelona era perfectamente esperable, puesto que se trata de una de las concentraciones urbanas más densas de toda Europa. De hecho, tanto Barcelona como las ciudades de su entorno más inmediato -L"Hospitalet, Badalona, Santa Coloma- se encontraban a finales de los años ochenta en unos niveles de concentración muy próximos a la saturación. La mejora de la vialidad ha permitido un desplazamiento de la población hacia lugares con viviendas más accesibles o mayor calidad de vida. También las empresas han sido sensibles a una política muy activa por parte de los municipios de la segunda y tercera corona del área metropolitana de Barcelona para atraer actividad económica y crear puestos de trabajo, que ahora se reparten de una forma mucho más difusa en el territorio. No por ello Barcelona pierde, según los expertos consultados, potencial económico y fuerza como metrópoli. La reactivación económica iniciada hace tres años ha permitido invertir la tendencia de destrucción de puestos de trabajo. En los últimos años se ha creado empleo neto, pero se desconoce todavía cómo se ha distribuido territorialmente el crecimiento de la actividad económica.