El PNV amenaza al PSE con extender la ruptura a las demás instituciones. Buesa acusa al PNV de dar un "portazo" a la solución de la crisis

El portavoz de la dirección del PNV, Joseba Egibar, advirtió ayer a los socialistas que una ruptura del Gobierno vasco implicaría necesariamente la salida del PSE de los ayuntamietos y diputaciones en que gobiernan junto a los nacionalistas. Mientras, el dirigente del PSE Rodolfo Ares negó que sea "coherente" la marcha de su partido de estas instituciones, aunque opte por dejar el Ejecutivo autónomo. El detonante de esta crisis es la posibilidad de que el PNV, EA y HB voten el próximo lunes juntos, en contra de una enmienda socialista al reglamento del Parlamento vasco: la que plantea el acatamiento de la Constitución como requisito para acceder al escaño. En los últimos diez años, la aceptación de la Carta Magna por parte de los parlamentarios vascos ha limitado la discusión sobre la reforma del reglamento. La vieja reivindicación socialista logró, de manera inesperada, los votos necesarios para incorporarse a los estatutos de la Cámara. Populares, UA y los parlamentarios críticos de IU apoyan la enmienda introducida por el PSE, lo que les da la mayoría frente a PNV y EA, que se oponen. Sin embargo, HB, que gradualmente se ha ido incorporando a la vida parlamentaria, ya ha dicho que unirá sus votos a los partidos nacionalistas para rechazar la propuesta. Para el PSE, el voto del PNV junto a Herri Batasuna sería tan grave como para romper la alianza que mantienen en el Gobierno vasco. Joseba Egibar señaló que si los socialistas dejan el Ejecutivo, que es la "institución matriz", por "corresponsabilidad" también deben marcharse de los ayuntamientos y de las diputaciones. Egibar sentenció: "Si el partido socialista abandona el Gobierno vasco y no deja otras instituciones, los nacionalistas nos pondremos en actividad y habrá repercusiones en cascada". Sin embargo, desde la orilla socialista se manifiesta otro concepto de la "coherencia". El secretario de coordinación electoral de la ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, subrayó que "la crisis se vive en el Gobierno". "A mi", añadió, "no me parece coherente dejar los demás pactos. No creo que el PNV quiera extender la crisis a diputaciones y ayuntamientos".El secretario general del PSE de Álava y portavoz del grupo parlamentario socialista, Fernando Buesa, también tomó parte ayer en la polémica. Buesa, que es partidario de abandonar el tripartito, acusó al PNV de "cerrar de un portazo" la posibilidad de solucionar la crisis desatada en el seno del Ejecutivo. Según el dirigente del PSE, los nacionalistas rechazaron el pasado miércoles una reunión solicitada por los socialistas para reconducir la situación. "No tenemos", dijo, "por qué llamar a una puerta que nos cerraron de un portazo ayer [por el miércoles]. Si la quieren abrir [los nacionalistas], serán ellos quienes tomen la decisión". Fernando Buesa incidió en que la enmienda aprobada para que los parlamentarios acaten la Constitución es una decisión que "la mayoría democrática del Parlamento vasco acordó en la comisión correspondiente". El secretario de Relaciones Políticas e Institucionales del Partido Socialista, Jesús Eguiguren, es uno de los dirigentes que ha intentado explorar una salida al trance por el que atraviesan los socios en el Ejecutivo de Vitoria. Al contrario que Buesa, Eguiguren, que encabeza el sector guipuzcoano del partido junto a Manuel Huertas, no está de acuerdo con romper el Gobierno.