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Prodi replantea la débil alianza con los neocomunistas en el Parlamento

El Gobierno italiano de centro-izquierda va a proponer al Partido de Refundación Comunista (PRC) un pacto de legislatura que dure al menos dos años, y evite nuevos cismas en la mayoría parlamentaria, como el que se produjo el martes con ocasión de la votación de la ley de ampliación de la OTAN. La negativa de los neocomunistas a votar a favor del proyecto dejó al Ejecutivo que preside Romano Prodi al borde de una nueva crisis de la que fue salvado a última hora gracias al apoyo de un pequeño partido centrista liderado por uno de los dinosaurios de la política italiana, el ex presidente de la República Francesco Cossiga.La propuesta del pacto de legislatura, adelantada ayer por el vicepresidente y titular de la cartera de Cultura, Walter Veltroni, está pensada para acorazar definitivamente una mayoría en la que los neocomunistas son el eslabón rebelde e ingobernable. Veltroni justificó la necesidad del pacto, no por motivos de supervivencia del Gobierno sino en función de los intereses del país y a la vista de la inexistencia de "una alternativa clara a esta mayoría". Los líderes de los partidos que integran la coalición del Olivo que gobierna el país desde la primavera de 1996, y el del Partido de Refundación Comunista (PRC) -que no forma parte del Olivo pero apoya al Gobierno- se reunirán el viernes para estudiar la nueva situación creada tras la crisis del martes. Veltroni reconoció la gravedad de "la herida" infligida al Gobierno por la deserción de los 34 diputados del PRC en la votación parlamentaria sobre la OTAN, lo que exige una "verificación seria y en profundidad" del apoyo real de la mayoría, manifestó.

La prensa italiana recalcaba ayer en grandes titulares la operación de salvamento del Gobierno de Prodi llevada a cabo por Cossiga, un correoso político democristiano que intenta aglutinar en torno a su Partido de Unión Democrática para la República (UDR) a todas las fuerzas centristas del país.

Apoyo de Cossiga a Prodi

En una amplia entrevista concedida al diario Corriere della Sera, Cossiga justificaba el apoyo a Prodi en función de los intereses italianos y a la vista de los riesgos que hubiera representado una crisis de Gobierno, "cuando no hay otra mayoría alternativa a la vista". Aun así, el viejo político, famoso por su acerada lengua, se declaraba convencido de que el Gobierno de centro-izquierda no agotará la legislatura. La sustitución de los 34 votos de los diputados neocomunistas con la treintena suministrada por los del centrista UDR salvó el martes al Gobierno de Prodi de una crisis, pero ha dejado tambaleante a la mayoría de centro-izquierda. El líder del Partido Democrático de Izquierda (PDS) Massimo D´Alema, la principal fuerza en la coalición del Olivo, no ha ocultado su descontento por la decisión del primer ministro de arrojarse en brazos de Cossiga para salvar la piel.

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