Madrid se cubre de canas

Madrid encanece. En la actualidad, 684.000 de sus ciudadanos (un 13,6%) son mayores de 65 años. Pero el progresivo envejecimiento de la población hará que, para el año 2006, sean el 15,7% en toda la Comunidad, según las previsiones del Plan regional de Mayores. La capital será la que más acuse este incremento: en nueve años, 2 de cada 10 vecinos de la ciudad serán jubilados.Los expertos hablan ya de una cuarta edad, es decir, de personas muy ancianas que viven bajo el cuidado de sus hijos, también mayores. Tanto la directora general de Servicios Sociales de la Comunidad, Concepción Lostau, como la diputada de IU Teresa Biehn destacan como un problema importante que 4 de cada 10 ancianos tengan más de 75 años.

El 86% de los mayores reside en su propio domicilio, una cuarta parte de ellos solos. O, mejor dicho, solas, porque 6 de cada 10 son mujeres. Pero la idea de habitar en una residencia les desagrada. Casi la mitad de los que viven en su hogar aseguran que no se mudarían a un geriátrico bajo ningún concepto, y un 27% sólo se trasladaría si fuera incapaz de valerse por sí mismo, tal y como refleja el estudio coordinado en 1996 por el sociólogo Juan Díez Nicolás sobre Los mayores en la Comunidad de Madrid.

De ahí que Envejecer en casa sea el lema del Plan de Mayores del Gobierno regional, del PP, aprobado por la Asamblea de Madrid el pasado 11 de junio con los votos contrarios del PSOE e IU. En él se reserva el ingreso en residencias a aquellos casos en los que sea imposible garantizar el cuidado del anciano en su casa. Plantea otras alternativas, como la ayuda a domicilio, las telealarmas, los pisos tutelados y los centros de día.

Pero ingresar en una residencia tampoco es fácil. Hay 11.000 jubilados, el 60% incapaces de valerse por sí mismos, apuntados en una lista de espera para ingresar en un geriátrico público, es decir, un centro barato. Lostau afirma que, en realidad, son 7.000, "porque siempre hay un 30% que se apuntan por si acaso su salud empeora y, cuando les avisamos, se echan para atrás".

Duplicar plazas

El Plan se plantea duplicar para el 2006 el número de plazas en geriátricos públicos. Se pretende pasar de las 8.000 actuales a 16.000, el 80% públicas y el resto cofinanciadas entre las instituciones y la familia del anciano. Eso supone que si ahora hay 1,15 camas por cada 100 mayores, se llegará a casi el 1,9%. Un porcentaje que el PSOE, IU y los sindicatos CCOO y UGT consideran "insuficiente" por encontrarse por debajo del 3,5% del Plan Gerontológico Nacional, aprobado en el Congreso por todos los grupos en 1992.Son casi 10.000 los mayores de la región que reciben varios días a una asistenta domiciliaria que les ayuda en la limpieza, la compra o la cocina. Se pretende que en el 2006 se alcance la cifra de 46.783 usuarios. Estas previsiones se quedan cortas para oposición y sindicatos. En el Ayuntamiento de Madrid, el más envejecido, la lista de espera para este servicio es de 300 mayores.

La teleasistencia consiste en un medallón conectado con una centralita que da la alarma si el anciano no ha accionado la cisterna del baño en 24 horas. En la actualidad, sólo 3.000 mayores disfrutan de este servicio, y en el 2006 se espera atender a 28.000.

Pero, aunque la edad es sin duda un factor de riesgo, son muchos los mayores de 65 años que llevan una vida plena. Incluso, al disfrutar de más tiempo libre, pueden dar cauce a aficiones que antes no conseguían poner en práctica. Algunos colaboran en asociaciones de apoyo social, como los 200 apuntados en el teléfono del Voluntariado, y otros hacen teatro o ejercen como guías de museos o guías de tráfico.

Sin embargo, según el estudio de Díez Nicolás, la gran mayoría de las personas mayores pasan su tiempo delante de la tele, escuchando la radio o paseando. Tres de cada cuatro no van nunca al cine, al teatro ni a otros espectáculos, y tampoco realizan ejercicio físico alguno. El 80% dice mantener relaciones sociales intensas con familiares, amigos y vecinos, pero uno de cada diez se queja de soledad. Para la diputada del PSOE y ex consejera Elena Vázquez, los mayores son una fuente de saberes que a menudo quedan desaprovechados. "En países como Francia existen una serie de universidades populares en las que los jubilados transmiten sus conocimientos de forma gratuita a otras personas", explica. "En Madrid se echa en falta experiencias de este tipo y la jubilación sigue siendo un trance amargo". Tercera edad, pero no ciudadanos de tercera.