A destajo

En esta plaza se dieron los componentes que suelen darse en plazas de segunda y tercera categoría. Los toros con poco peso, con poca fuerza, y con astas que parecen de plastilina. A estas reses se las pica con un grito. Luego los toreros torean como lo que son.Vicente Barrera, con su quietud para la galería; ese toreo que impresiona al no entendido. Por tanto, un toreo encimista, con muchos pases, sean buenos o sean malos. La cosa es trabajar a destajo. En su primer toro se hinchó a torear, muy perfilero. En su segundo estuvo todavía más encimista, aunque es verdad que como el toro quería irse a las tablas, ese encimismo estaba justificado.

Lo de Rivera Ordóñez fue peor, porque tuvo un toro para haber armado un taco. Pero él ni se enteró. Lo toreó a la carrera, con una prisa increíble, y el toro acabó por comerse al torero. Este diestro está sin ganas y da la impresión que sólo quiere cobrar. Sólo queda el recurso de verse pegarse arrimones con toros de verdad.

José Tomás es otra cosa. Siente el toreo, torea para gustarse. Es el toreo que hay que ver. Le tocó el peor lote de la corrida, pero tuvo la virtud de querer enseñar a los toros cómo tenían que embestir. Además a su primer toro le hizo cosas de sabor con el capote. Toreó a sus dos toros muy despacio. Es posible que este torero en este momento le haga embestir a una cabra. Porque así de ensimismado quiere construir el toreo de verdad. Se llevaron a hombros a Vicente Barrera, pero los aficionados decían que lo que les quedará en la retina será el toreo que practicó José Tomás.