La fuerza de la unión

Dice un refrán que la unión hace la fuerza. Lo saben de sobra los 4.200 socios de Almendrera del Sur, una cooperativa malagueña, que en 21 años ha pasado de ser una empresa modesta a la más fuerte del sector en Andalucía y la quinta a nivel nacional. Antes de su creación, los agricultores tenían el producto, pero estaban a expensas de lo que las grandes firmas de frutos secos quisieran pagarles. Ahora no sólo pesan y son respetados en el mercado, sino que venden algo más que sacos sueltos de almendras. Su oferta incluye almendras con piel, sin piel, ecológicas, granillo, láminas, harina y bastones. Valor añadido que le llaman y que antes iba a parar, en su mayor parte, a Cataluña, cuya industria se encargaba de procesar las almendras compradas en Andalucía. El camino no ha sido fácil, pero el trabajo de dos décadas ha dado frutos. Cuando Almendrera del Sur echó a andar contaba con apenas 200 socios de los pueblos malagueños más próximos a Cártama, el municipio donde está la fábrica. Entonces, sólo se descascaraban las almendras y se vendían a granel, con piel. "Pensamos que si teníamos el producto, podíamos hacer lo que ya hacían otros", explica Antonio Hidalgo, director general de la cooperativa. Así fue como se decidió la compra de maquinaria para clasificar las almendras. El paso siguiente estaba cantado ¿Por qué no sumarle valor añadido pelándolas? Pues nuevas máquinas. Y desafío tras desafío, los socios han llegado a 4.200 en toda Andalucía. Además de una factoría de 20.000 metros cuadrados en Málaga, la cooperativa tiene delegaciones en toda la comunidad para recoger los frutos recolectados por sus asociados. La empresa factura más de 1.000 millones anuales y transforma 20 millones de kilos de almendra con cáscara. Cerca del 50% de su producción se exporta. Así, las almendras andaluzas acaban en mercados o industrias de Alemania, Holanda, Francia e Inglaterra. En el circuito nacional, las ventas se canalizan a través de grandes superficies y hacia empresas sevillanas que transforman los productos de Almendrera del Sur en polvorones. El 20% de la producción es ecológica. Además de ser vehículo para la transformación y comercialización de las almendras recolectadas por 4.200 agricultores, la sociedad da empleo directo a 50 trabajadores e indirecto a cerca de medio millar. "La importancia esta empresa es que da salida a una producción marginal, que prospera en zonas deprimidas de la región", argumenta Hidalgo. El director general explica en pocas palabras la evolución de la empresa: "A partir de 1987 es cuando empezamos a introducirnos en Andalucía. Entonces había otras provincias productoras, como Granada y Almería, donde los agricultores no asociados estaban en manos del especulador de turno, de cuatro intermediarios. La Consejería de Trabajo la ha galardonado con el premio Arco Iris, con el que se apoya la labor dentro del mundo del cooperativismo, y la de Agricultura ha recompensado su empeño con el distintivo Alimentos de Andalucía. Para los cooperativistas, estas distinciones son un aliciente y un compromiso para no quedarse quietos. A mediados de junio, pusieron en marcha nuevas instalaciones para pelar las almendras; una mejora que ha supuesto una inversión de 150 millones y el que las administraciones han contribuido con subvenciones a fondo perdido superiores al 40%. Pero el camino no está del todo despejado. Los agricultores temen que, cuando en el año 2000 terminen los programas de ayudas de la UE para la mejora de los cultivos, el sector dé marcha atrás. Y es que la reforma de la OCM de hortalizas y verduras (donde están los frutos secos) no satisface al sector. "Cuando terminen los planes de mejora nos van a apretar y vamos a estar peor que hoy los olivareros. Si nos retiran las ayudas, todo lo que hemos conseguido se puede ir al garete", vaticina Hidalgo. El consejero de Agricultura, Paulino Plata, ha recogido el guante. Se ha comprometido a transmitir la inquietud al Ministerio y a apoyar proyectos para que cuando en el 2000 se acaben los planes de mejora, las producciones puedan acogerse a programas de conservación medioambiental. Pero también ha instado a los productores resaltar "los valores medioambientales" de esta explotación en las negociaciones con Bruselas para que el sector pueda mantener el nivel de ayudas. Andalucía tiene 90.000 hectáreas con almendros, una cuarta parte de la superficie de toda España.