La Diputación alavesa cifra en 18.700 millones el coste de los 13,6 kilómetros de su tramo de la Éibar-Vitoria

Las diputaciones de Álava y Guipúzcoa cada vez están más alejadas en un proyecto viario que lo que pretende es precisamente unir ambos territorios. Mientras ayer el responsable alavés de Obras Públicas detallaba el trazado sur y el coste propio de la autovía Éibar-Vitoria -18.700 millones de pesetas- y supeditaba su inicio al acuerdo con su homólogo guipuzcoano, éste destacaba que su prioridad pasa por empezar las obras en el tramo más alejado del límite con Álava, lo que impediría afrontar el proyecto avalado por la Diputación alavesa. A pesar de que ambas instituciones manifiestan una disposición dialogante para coordinar sus iniciativas, los hechos contradicen esta imagen. Juan José Ochoa de Eribe, titular alavés de Obras Públicas, presentó ayer el trazado definitivo de esta autovía a su paso por ese territorio, que representa 13,6 kilómetros de la totalidad de un proyecto que cuenta con 45 kilómetros en conjunto. Tras la aprobación del recorrido y del estudio de impacto ambiental, destacó las dificultades que existirán para afrontar el presupuesto en su parte alavesa. El subtramo Luko-Escoriaza Norte es el prioritario para Ochoa de Eribe, porque soporta un tráfico creciente superior a los 8.200 vehículos por día. El túnel de Arlabán -1,4 kilómetros en Álava y 1,9 en Guipúzcoa- sería el punto de conexión entre ambas provincias, lo que requeriría una coordinación entre las dos instituciones forales. Y precisamente aquí surge la discrepancia. Antton Jaime, responsable de Carreteras de Guipúzcoa, señaló ayer que su intención pasa por iniciar las obras de la autovía en el recorrido Bergara-Málzaga, es decir, el más alejado de Álava. "Se trata de un tramo más rentable para nosotros, ya que mientras por Arlabán pasan 8.000 vehículos al día, por Bergara lo hacen 10.000", indicó. Las reuniones mantenidas hasta el momento no han servido para buscar acuerdos coherentes. Ochoa de Eribe apela a los fondos europeos, del Gobierno y a los pagos diferidos y el propio peaje para poder sufragar los 12.600 millones del primer tramo Luko-Arlabán.