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Camps presiona al rector de Alicante para que ceda la Universidad de Orihuela a la de Elche

El consejero de Educación, Francisco Camps, pidió ayer personalmente al rector de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, "un gesto de generosidad" para que ceda "amablemente" a la Universidad Miguel Hernández de Elche los derechos adquiridos en el convenio suscrito con el Obispado, por el que la curia reconoce a la institución de Alicante como la heredera de la Universidad de Orihuela, fundada en 1545. Camps deslegitimó el acuerdo y reveló que llevaba tiempo negociando la incorporación de la legendaria institución a la universidad creada por el PP en Elche.

La propuesta del consejero del PP causó ayer "estupor" entre los miembros del equipo rectoral de Pedreño, que prefirieron no hacer declaraciones ante una propuesta que consideraron "descabellada". Con todo, recordaron que no se trata de un proyecto personal de un rector, sino de una propuesta aprobada por la Junta de Gobierno de la Universidad. Sin embargo, el responsable de Educación echó leña al fuego y exclamó: "¡Qué poco hubiera costado ceder esos derechos pretendidos sobre la Universidad de Orihuela, y los acuerdos adoptados con anterioridad, a la Universidad Miguel Hernández, a la ciudad de Orihuela y a la propia Administración educativa!". Acto seguido, el consejero Camps reveló que el rector de Elche, Jesús Rodríguez Marín, había pedido al Obispado la utilización universitaria en un futuro del "magnífico edificio" de la legendaria sede renacentista, ubicada en el Colegio de Santo Domingo. Camps fue más lejos, y poniendo en tela de juicio la ética del rector de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, apeló al sentido común. "Ahí se habría visto la grandeza de las personas que apuestan por la Universidad y no por uno mismo", sentenció, sin tener en cuenta que fue el Gobierno del PP quien, en franca oposición con todos los rectores españoles, le segregó dos facultades a la Universidad de Alicante. "El rector de Alicante ha perdido la gran ocasión para demostrar que está trabajando por el proyecto universitario de toda la Comunidad Valenciana", remató Camps. Camps pidió una rectificación al contenido del acuerdo, según dijo, "en beneficio de toda la comunidad universitaria". Y acusó a Pedreño de haber roto el consenso establecido con el resto de rectores, que negociaron con su departamento la oferta universitaria para el próximo curso. "Es mejor que las cosas se consensúen, independientemente de convenios anteriores", recomendó. Sin embargo, después de pedir "consenso", el consejero volvió a la carga contra el rector que ha puesto en jaque al Gobierno Zaplana y aseveró: "¡Qué grandeza de miras, qué capacidad de consenso y diálogo habría tenido si hubiera planteado la posibilidad de ceder amablemente a la nueva Universidad el acuerdo con Orihuela!". Según Camps, Pedreño inició las negociaciones con el Obispado antes de que la Universidad Miguel Hernández fuera una realidad. Las presiones de Educación vienen de lejos. La directora general de Universidades, Carmen Martorell, ya había arremetido contra Pedreño, el lunes, al anunciarse la implantación de las diplomaturas de Turismo y Empresariales en Orihuela. Martorell aseguró que la Ley de Reforma Universitaria sólo permite impartir titulaciones a las escuelas y facultades legalmente creadas y precisó que el acuerdo no ha sido aprobado por el Consejo Interuniversitario, olvidando que la polémica creación de la Miguel Hernández no sólo no pasó por el consejo, sino que recibió la desaprobación de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). Zaplana, con Elche Precisamente ayer, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, colocó la primera piedra de la Facultad de Bellas Artes de Altea, adscrita a la Universidad Miguel Hernández. El centro, cuya primera fase supondrá una inversión de 1.249 millones de pesetas, dispondrá de cinco departamentos, talleres de pintura, grabado y escultura, informa J.J.M.Galiana. El presidente del Consell se desplazó después a la Vila Joiosa donde, tras firmar en el Libro de Honor del Ayuntamiento, recorrió varias zonas rehabilitadas del centro histórico de la población. Su destino concreto fueron las calles Costereta y Santa María, en las que la inversión en renovación de infraestructuras asciende a 17 millones de pesetas. Ya en Benidorm, y una vez colocada la primera piedra del Centro de Especialidades, Zaplana visitó las obras del Instituto de Secundaria de Calpe. Cuando esté finalizado, el centro, de 7.332 metros cuadrados, contará con una capacidad para 870 alumnos que se repartirán entre 20 aulas de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) , seis de Bachillerato y dos destinadas a ciclos formativos. Zaplana finalizó su recorrido por La Marina Baixa en el puerto de Calpe. Allí inauguró el mirador de la Lonja del Pescado, cuya construcción obedece a la necesidad de apartar a los turistas de los pescadores cuando se procede a la subasta del pescado. La Cofradía de Pescadores de Calpe y el Ayuntamiento promovieron su construcción para evitar estorbos.

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