Quimera
El profesor Rodríguez Braun, en su artículo del pasado 6 de junio (Pobres pobres), acusaba a los "ciudadanos bien pensantes" en general y a las ONG en particular de intentar ayudar a los más pobres forzando redistribuciones económicas falsamente solidarias y negarse de paso a proponer la única de las alternativas posibles: libertad de comercio. Pues bien, señor Rodriguez: ni una cosa ni la otra. Es falso que no hayamos propuesto la verdadera libertad de comercio como una vía de solución para los países más pobres. Como ejemplo, las ONG de toda Europa llevan años denunciando la política agrícola comunitaria, que subvenciona y protege nuestras producciones agrícolas en detrimento de los productos de los países del Sur.Sin embargo, mucho me temo que defiende usted una quimera. La libertad de comercio, en su acepción más pura, se ve continuamente distorsionada por los intereses económicos y políticos de los países más ricos. Es posible que esta situación cambie en el futuro, pero mientras tanto defendemos la redistribución de recursos mediante la ayuda oficial al desarrollo para proteger a las poblaciones más vulnerables, víctimas recurrentes de las políticas económicas que usted defiende.
La ironía es que nuestra ayuda ni siquiera compensa los pagos de la deuda externa que anualmente se ven obligados a hacer los países más pobres, y algunos, como Nicaragua, tienen obligación de pagar a los paises ricos hasta tres veces lo que ingresan por sus exportaciones. Estamos de acuerdo en que necesitan la oportunidad para seguir trabajando. ¿De verdad cree usted que la deuda y las imposiciones comerciales lo permiten?-
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