Una maqueta con espíritu
Nuria Malde recordó ayer con lágrimas en los ojos y voz entrecortada la tragedia acaecida el pasado tres de julio en el Proof Spirit, el barco botado en los astilleros de la Unión Naval de Levante (UNL) en Valencia en cuya construcción fallecieron 18 trabajadores. Malde, hija de uno de los tres operarios muertos -Guillermo Malde- cuyas familias no han llegado a un acuerdo con la empresa para ser indemnizados, va a entregar al juez encargado del caso una maqueta del carguero. La reproducción pretende simbolizar el espíritu de un accidente que debe servir de "punto de inflexión" para que un siniestro de estas características no vuelva a repetirse. Paradójicamente, la traducción al castellano de Proof Spirit significa "Espíritu de Resistencia". La miniatura del carguero, de 1.20 metros de eslora, fue presentada ayer en el Puerto de Valencia, el escenario junto al que se produjo al pavoroso siniestro. Una circunstancia que, como aseguran los abogados de la familia Malde, José Ramón Juániz y José Martínez Esparza, no es anecdótica. "La UNL se negó a que visitáramos el barco para poder ver con más detalle el contexto en el que se produjo la catástrofe y los detalles que pudieron desencadenarla". Nuria, venida de Galicia, hizo una firme llamada a extremar la seguridad en los centros de trabajo -"para que la muerte de mi padre y el resto de las víctimas no sirva sólo para engrosar las estadísticas"- y un emotivo recuerdo de la figura de su progenitor: "Vamos a luchar para que la Justicia esclarezca los motivos del siniestro, que es lo que hubiera hecho mi padre -un trabajador de larga trayectoria sindical- si hubiera estado aquí". Nuria, ella sí, mostró ayer su ánimo de resistencia, encarnado en el espíritu de la maqueta.
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