19 artistas forman un "patio de figuras"

Un enorme lienzo de Guillermo Pérez Villalta inicia el recorrido de la exposición Patio de figuras , presentada ayer en la sala de la Comunidad de Madrid (plaza de España, 8). El antiguo edificio de la Real Compañía Asturiana de Minas reúne, hasta el 9 de agosto, una muestra colectiva de 19 artistas con el objetivo de «recuperar el disfrute con el arte», según declara el comisario, el crítico José Manuel Álvarez Enjuto.En esta corrala se mueven y conviven diversos personajes. Álvarez Enjuto quiere ofrecer «un discurso de la sorpresa, del juego, del deleite por la pintura tras un entendimiento intelectualizado del arte». La figura humana como tema pictórico «había estado sepultado en la última década por las corrientes abstractas y conceptuales».

El montaje se plantea como un juego, con las sorpresas de figuras y colores, «una forma de conmocionar la sensorialidad y que el público participe, lejos del lenguaje críptico a que ha estado sometido estos años». Pérez Villalta es una referencia histórica por su trabajo desde la figuración madrileña, así como los dos cuadros de Sigfrido Martín Begué, unas particulares versiones de Las meninas y Las hilanderas.

En los comienzos del montaje se han colocado también dos obras de Pilar Lara y una de Jorge Galindo. Una instalación de Laura Torrado da paso a dos piezas de José Maldonado y Darío Corbeira, que comparten espacio, antes de encontrarse el visitante con la instalación de Manuel Rufo titulada Impacto carnal, de 1993.

Sueños rojos

Desde los maniquíes de Rufo está en la misma línea el Hombre de Miguel Lorente, quien presenta un estudio de anatomía y las células de la sangre. En el mismo entorno las dos enormes pelotas de goma de Juan Galdeano, la familia Oreja de Alfredo García Revuelta y los sueños rojos del fotógrafo Ciuco Gutiérrez, junto a otras piezas de Javier Rojo, Miguel Lorente y Jorge Galindo. En otro espacio, una instalación de Óscar Seco, con maquetas y vídeo. El artista declaró ayer que «la instalación figurativa que se hace en Madrid tiene una carga política y es más agresiva». Los tres personajes de César Fernández Arias buscan el yacimiento del mismo autor en el otro extremo de la sala y al mismo tiempo indican la escalera que lleva a las esculturas de Andrés Nágel y a los cuadros de Equipo Límite situados entre otro de Pepe Murciego. Sobre una plataforma, la instalación de Juan Galdeano, el hombre edificio y la mujer paisaje de Alfredo García Revuelta; y la propuesta del colectivo Burgueses. Para Álvarez Enjuto, los artistas que forman una corrala de vecinos tienen «un lenguaje de vanguardia y actualidad» y recuperan el tema de la figura humana desde una perspectiva y una intención política y social. «Estos lenguajes con formas muy diversas tienen una vigencia absoluta y junto a la provocación y el juego domina la actitud política del artista».