Pujol y Maragall se niegan el saludo en su primer encuentro antes de las elecciones
Jordi Pujol y Pasqual Maragall, cuyo probable enfrentamiento marcará las próximas elecciones catalanas, se encontraron ayer por primera vez en mucho tiempo. Y no se saludaron. Ni siquiera se miraron. Coincidieron en el Ayuntamiento de Barcelona porque ahí estaba el ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, quien involuntariamente había causado un enésimo roce entre ambos: estaba invitado por la Generalitat para recibir el Premio Internacional Cataluña 1998, pero modificó la agenda que le habían preparado para dedicar tiempo a Maragall y los socialistas.
Cuando Jacques Delors aceptó el Premio Internacional Cataluña 1998, otorgado por el Instituto Catalán del Mediterráneo a través de un jurado presidido por Jordi Pujol, y dotado con 80.000 ecus (unos trece millones de pesetas), se le organizó una agenda apretadísima en Barcelona. "Quisimos cargarlo de compromisos, para difundir su idea de Europa, que es la nuestra", reconoció ayer Pujol. Sin embargo, hace unas semanas, Delors rechazó parte de la agenda porque se había comprometido a pronunciar una conferencia en el club Cataluña Siglo XXI, presentada por Pasqual Maragall, y a cenar después con el ex alcalde y otras personas. También había aceptado recoger una medalla como amigo de Barcelona, concedida un año antes, de manos del alcalde socialista Joan Clos. En su momento, Pujol hizo llegar a Delors su malestar por el cambio de planes y por la participación del político francés en unos actos que eran interpretados como el inicio de la precampaña de Maragall como candidato a la presidencia de la Generalitat. Ayer, sin embargo, en una rueda de prensa conjunta ofrecida para presentar al premiado, que hoy recibirá el galardón de manos del príncipe Felipe, tanto Pujol como Delors restaron importancia al asunto. "Delors es dueño de su tiempo", dijo Pujol, "y puede hacer lo que desee. No hay ningún problema". Delors, a su vez, se definió como "político inclasificable" para explicar que todos se disputaran su presencia, apeló a "ideales europeos comunes por encima de divisiones políticas" y anunció que no tomaría partido en cuestiones domésticas catalanas. Antes de la conferencia de prensa, Pujol y Delors almorzaron con un grupo de directores de prensa. Sin embargo, hubo que anular varias entrevistas vespertinas y una cena con empresarios que le habían organizado el Instituto Catalán del Mediterráneo y la Generalitat. Pujol, muy relajado, conversó con un grupo de periodistas y subrayó varias veces que había sabido "en el último momento" que Delors iba a cruzar la plaza de Sant Jaume para recibir una condecoración en el Ayuntamiento. Y decidió que él acudiría también al acto municipal. La presencia de Pujol convirtió la entrega a Delors de la insignia de amigo de Barcelona en una auténtica cumbre preelectoral, en la que por número dominaban los socialistas. Allí estaban el alcalde, Joan Clos; el ex alcalde y candidato oficioso a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall; el primer secretario del PSC, Narcís Serra, y el presidente del grupo parlamentario socialista, Joaquim Nadal. También estaba Antònia Macià, viuda del presidente Josep Tarradellas, obviamente enojada con Pujol por la desmemoria de la Generalitat cuando, el pasado día 10, se cumplieron 10 años del fallecimiento de su marido. Para mayor incomodidad del presidente de la Generalitat, Maragall y la viuda de Tarradellas se tomaron del brazo y salieron juntos del acto. Jordi Pujol no saludó ni a uno ni a otra. Ni siquiera los miró. Charló en un rincón con Joaquim Nadal sobre el pleno del Parlamento convocado para hoy y se fue al cabo de unos minutos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Jacques Delors
- Artistas
- Pasqual Maragall
- Joan Clos i Matheu
- Josep Tarradellas
- CiU
- Jordi Pujol
- Federalismo
- Barcelona
- PSOE
- Gobierno autonómico
- Cataluña
- Partidos políticos
- Política autonómica
- Ayuntamientos
- Comunidades autónomas
- Conflictos políticos
- Turismo
- Gente
- Ideologías
- Administración autonómica
- Cultura
- Administración local
- Administración pública
- Política