La UE condiciona la intervención al permiso de la ONU

La Unión Europea prohibió ayer todos los vuelos con la República Federal de Yugoslavia (RFY), condenó en los términos más enérgicos la «brutal represión militar» del régimen sobre el territorio de Kosovo e hizo responsable personal al presidente Slobodan Milosevic del drama que padece la población kosovar. El comunicado, aprobado por unanimidad por los mandatarios de los Quince, llevaba sello de urgencia para su difusión antes de la entrevista que mantendrá hoy en Moscú Milosevic con el presidente ruso, Borís Yeltsin. La UE no descarta una intervención militar, previa autorización del Consejo de Seguridad. La UE califica la crisis de Kosovo como una «amenaza a la estabilidad regional» y exige a Milosevic que adopte inmediatamente cuatro medidas: que paralice todas las operaciones de las fuerzas de seguridad contra la población civil; que autorice un control efectivo y continuado por parte de organismos internacionales de la situación en Kosovo; que facilite el regreso a sus hogares de todos los refugiados y personas desplazadas y que avance con decisión en el diálogo político con los líderes albano-kosovares. A cambio, se pronuncia en contra de la independencia de Kosovo, región para la que pide una amplia autonomía. Lejos de descartar una intervención militar, la UE dio la bienvenida a las operaciones puestas en marcha en «organizaciones internacionales de seguridad» -léase OTAN- «incluyendo aquellas que requieren una autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas bajo el capítulo VII de la Carta (de la ONU)». Es decir, la intervención militar. El ministro español de Exteriores, Abel Matutes, dijo que España sólo participará en una acción militar si existe cobertura legal del Consejo de Seguridad.[El secretario general de la ONU, Kofi Annan, precisó ayer en Roma que la comunidad internacional no debe permitir que Kosovo se convierta en escenario de nuevas matanzas, informa France Presse. Annan expresó su confianza en que el mundo «aprenda la lección de lo ocurrido en Bosnia». «Y sólo hay una forma de demostrarlo: poniendo en práctica con energía esas lecciones desde que haya una amenaza».] El Consejo Europeo dio también su pleno apoyo a Felipe González como su representante especial y pidió a Milosevic «que lo reciba lo antes posible a fin de discutir las relaciones entre Yugoslavia y la UE, incluyendo la democratización de la Yugoslavia».]