Se anuncian en Las Ventas incongruentes confirmaciones de alternativa

¿Quién lidia el primer toro? Sobre el papel, el más antiguo cede los trastos al que confirma. ¿Y si el que confirma la alternativa es el más antiguo? Entonces, el caos hace mella. Valderrama, con cuatro años de doctorado, oficia de padrino de Denis Loré, con ocho. El astado que abre plaza, para el diestro francés. El segundo corresponde a... Tampoco éste es para Domingo Valderrama. El matador sevillano deberá esperar un poco más. Ruiz Manuel también confirma. Cuando el orden de lidia recupere el sentido en el cuarto toro, con él hará otro tanto la plaza de Las Ventas en pleno. Se celebra la primera corrida, con toros del Marqués de Albaserrada, tras el maratón festivo de San Isidro.

Pese a todo, Valderrama, de 27 años, se muestra satisfecho. «En un principio tenía opciones para la de Pablo Romero (celebrada el 1 de junio). Luego me dijeron que no, y que para mí sería la primera corrida después de terminada la feria. La empresa ha cumplido su palabra», dice el matador, para a continuación ensayar un difícil giro: «Hasta en los encierros que nadie quiere se está poniendo difícil torear». Sus quejas, sin embargo, van dirigidas a una diana diferente. «Lo de Pamplona ha sido una desilusión», afirma, tras dar fe de que la llamada feria del toro no ha contando con él para la edición de este año.

«Al fin y al cabo, yo me siento un torero de Pamplona. Ahí me descubrieron», declara este diestro, que en lo que va de año ha toreado en media docena de festejos. «Lo mejor, sin duda, la faena al toro de Miura en Sevilla», recuerda. Por lo demás, como mandan las reglas de la declaración reiterada: «El resto de la temporada depende de lo que ocurra el domingo. Torear unas cuarenta corridas o hacerlo cerca de cincuenta está pendiente de lo que ocurra en Las Ventas».

Oportunidad

Por su parte, tanto el francés Denis Loré, de 29 años, como el almeriense Ruiz Manuel, de 26, se muestran a una voz «contentos» con la esperada oportunidad. En el caso del primero, ansiada. «La verdad es que, después de todo este tiempo, me hubiera gustado debutar como matador en la feria. Pero las cosas son así y...», dice, a la vez que da la palabra y el gesto al destino, disfrazado de puntos suspensivos.El mismo talante acomodaticio que demuestra ante la tardía llamada a Madrid lo exhibe con las características del encierro. «Yo toreo lo que salga por la puerta de toriles. No hay otra opción», declara un diestro acostumbrado a vérselas con lo más duro. « En cualquier caso», continúa, «y a la vista de lo que ha pasado en la feria, nunca se sabe qué toro va a embestir. Y mucho menos en Madrid», afirma, para terminar echando mano a una de las frases ya clásicas: «Madrid, en lo que al ganado se refiere, es siempre una lotería».

El más joven de la terna sigue los pasos de su compañero. «Los toros con los que me he enfrentado este año no son de los que te permiten expresar el toreo que sientes», dice, y recapitula: «Cura Valverde, Barcial y, ahora, Albaserrada». «Sin embargo», prosigue, «una oportunidad es siempre una oportunidad». Ruiz Manuel llega a Las Ventas tras tomar la alternativa en Almería el 31 de julio de 1995. En Madrid estuvo de novillero un par de veces: «En una di la vuelta al ruedo, y la otra fue con novillos de Alonso Moreno. ¿Qué puedo decir? Con ganado así... Pero, bueno, nada de lamentos. Yo tengo una gran confianza en mí mismo, y Madrid es la primera plaza del mundo. Es decir, dispongo de todo lo que necesito», concluye.