Hacienda obligará a más de 120.000 profesionales y comerciantes vascos a declarar su patrimonio

Las haciendas vascas van a centrar sus esfuerzos con el nuevo IRPF en analizar las rentas de actividades económicas, es decir en los 125.451 comerciantes, abogados, arquitectos, etcétera, que hasta ahora declaraban por el sistema de módulos (número de empleados, metros de local, ...) El Gobierno quiere instalar en el grupo en que considera que existe más fraude el sistema de estimación directa (en función de gastos e ingresos reales). Sólo permanecerán en el sistema de módulos aquellos que vendan directamente su producto al público y no cuenten con ningún empleado. Además, como vía para descubrir el fraude, la haciendas forales obligarán a presentar un declaración adjunta de patrimonio.

La idea esencial de las haciendas forales es luchar contra el fraude. El diputado de Hacienda de Vizcaya, Fernando Olmos, no quiso cuantificar ayer a cuánto podría ascender la bolsa de fraude a la que se quiere atacar ni qué proporción de este dinero podrá recaer en las arcas del fisco. Olmos, que participo ayer en las jornadas Planificación Fiscal para 1998, organizadas por El Nuevo Lunes, y Caja de Madrid en Bilbao, aseguró durante su intervención que lo mejor del libro blanco sobre el IRPF era la simplicidad del impuesto. El diputado expresó su deseo de encontrar fórmulas para que los ciudadanos con rentas de trabajo inferiores a cinco millones de pesetas no tengan que hacer la declaración de la Renta. "Han leído ustedes que la reforma va a ser menos favorables en territorio foral que en territorio común para las rentas superiores a 5.000000 de pesetas. Algunos ya han corrido para hacer comparaciones e incluso han augurado una huida masiva de las clases medias". Esta afirmación de Olmos precedió al recuerdo: "Euskadi es un magnífico lugar para trabajar y vivir y muy equivocados tendríamos que estar a la hora de juzgar a sus ciudadanos si una diferencia de menos de un par de puntos les hace cambiar su lugar de residencia y abandonar sus compromisos con esta sociedad". Rebaja retenciones La Hacienda foral de Guipúzcoa iniciará hoy el estudio de la rebaja en las retenciones del IRPF que pretenden aplicar las tres haciendas forales a partir de agosto en las nóminas, según informó ayer el diputado general Román Sudupe durante su comparecencia en las Juntas Generales para explicar el proyecto de reforma del IRPF, informa Iñigo Urrutia.. Ningún portavoz de la oposición (IU, PP y HB) planteó críticas a la propuesta, amparándose en que harán pública su posición cuando se presente el proyecto de norma foral. Xabier Olano, de HB, criticó la forma en la que se ha elaborado la propuesta, pero sin entrar en el fondo de los cambios fiscales. El diputado general de Álava, Félix Ormazábal, salió ayer de la comisión de Economía de las Juntas Generales de Álava a la que acudió para presentar la reforma del IRPF, como entró: sonriendo. Sin embargo, esa sonrisa no refleja lo que ocurrió a lo largo de dos horas y media de debate. Ormazábal tuvo que aguantar los reproches que toda la oposición le dirigió por la forma de anunciar la modificación del IRPF, al relegar a un segundo plano a las Juntas, informa Eduardo Azumendi.. Además, el PSE, IU y Herri Batasuna también mostraron su desacuerdo con algunos aspectos concretos del proyecto. Así, en su primer contacto con las Juntas, Ormazabal no logró vencer el recelo de la oposición a pesar de que en su intervención se apresuró a decir que ahora el debate se traslada a la sociedad. Mientras, el Partido Popular eludió un pronunciamiento categórico, aunque advirtió a Ormazábal que no había empezado con buen pie el debate al no informarle de los pormenores de la reforma antes de la presentación en sociedad. La correlación de fuerzas hace que el PP tenga una relevancia especial en Álava, a diferencia de lo que ocurre en las Juntas de Vizcaya y de Guipúzcoa. El PNV gobierna en minoría junto a EA la Diputación alavesa desde setiembre del año pasado, cuando el PSE renunció a seguir por la crisis desatada en el Ayuntamiento de Vitoria. Desde entonces, los nacionalistas consultan con el PP antes de aprobar normas forales de envergadura. El portavoz del PSE, Juan Carlos Prieto, fue quien más carga política aplicó a su intervención y quién abiertamente cuestionó la bondad de la reforma. Liberado del compromiso de ser un socio más del Ejecutivo foral, Prieto dijo que la reforma no le gusta. HB e IU pusieron especial énfasis en que el borrador no aporta nada en la lucha contra el fraude fiscal, mientras que Grupo Mixto y UA se limitaron a criticar el procedimiento.