Un vecindario receloso
Los vecinos de Villafranca del Castillo, la urbanización donde el SEK -que ya cuenta con un instituto y un club deportivo- pretende desarrollar la Universidad Camilo José Cela, han mostrado un creciente recelo hacia el campus. Su temor se basa en que la futura llegada de alumnos puede perturbar su tranquilidad. El abogado de la comunidad de propietarios, Javier Soto, acusó ayer al SEK de actuar "siempre por su cuenta y riesgo, intentando implantar una universidad en un núcleo de 2.000 habitantes en el que no puede ir".
Los residentes apelan a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia fechada en 1996 que pone en duda el crecimiento educativo del SEK y obliga a la Comunidad a emitir un dictamen al respecto. Un jurista de la institución aclaró que la sentencia está recurrida ante el Supremo, y matizó: "Los vecinos sacan las cosas de quicio porque se creen que esto va a ser Harvard. Esta universidad será pequeña, con 3.500 alumnos a razón de cuatro horas diarias".
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