El "acta fundacional"

En julio de 1983, varios directivos del Cesid, incluido el propio Juan Alberto Perote, redactaron un documento titulado "Acciones en Francia" en el que, tras analizar las ventajas e inconvenientes de la guerra sucia, se concluía con esta afirmación: "En cualquier circunstancia se considera que la forma de acción más aconsejable es la desaparición por secuestro".

Este informe, que el ex dirigente socialista vizcaíno Ricardo García Damborenea aportó al juez Garzón, se ha presentado como la justificación teórica de lo que tres meses después se concretaría con los secuestros de Segundo Marey y de los etarras José Ignacio Lasa y José Antonio Zabala. Se trataría del acta fundacional de los GAL.

El ex director general del Cesid, Emilio Alonso Manglano, que en los próximos días tendrá que testificar también, nunca negó la existencia del documento, finalmente desclasificado por la Sala Tercera del Supremo, pero adujo que se trató de un trabajo puramente teórico, similar a otros muchos, como uno de 1979 del que copiaba párrafos textuales.

Según Manglano, el Cesid siempre estuvo en contra de la guerra sucia y la desaconsejó cuando desde otros sectores se pedían soluciones expeditivas.