La UE prohíbe pescar con redes de malla a la deriva desde enero del 2002
Una de las más largas batallas pesqueras de la Unión Europea acabó ayer en Luxemburgo. Los 15 ministros de Pesca, tras largas horas de negociación y desencuentros, aprobaron jurídicamente el pacto político alcanzado por la mayoría en marzo: las redes de malla a la deriva serán ilegales desde el 31 de diciembre del 2001. Desde esta fecha, la flota de cada país de la Unión se reducirá en un 40%. Sólo en el mar Báltico y exclusivamente para el salmón se podrán usar estas artes, siempre que las redes tengan una longitud máxima de 2.500 metros.
Ha sido una victoria para España y los países conservacionistas, aunque a costa de admitir un periodo de transición de cuatro años en lugar de los dos años que había propuesto la Comisión. De esta forma se prohíbe un método de pesca que utiliza redes kilométricas que arrastran peces de todos los tamaños y esquilman especies.La ministra española Loyola de Palacio cantó victoria. Saludó el pacto con un " los que creemos en la pesca respetuosa y la protección de especies en peligro de extinción tenemos que felicitarnos".
Para el ministro francés Louis le Pensec ha sido una decisión "incoherente e injustificada, tomada por motivos pasionales e irracionales". Francia, al igual que Italia e Irlanda, votaron en contra del acuerdo. Pero su oposición no bastó para bloquear la mayoría cualificada porque los países más interesados en obtenerlo lucharon hasta el final para lograr una excepción que tolerara esta pesca para el salmón. Era la única forma de mantener el voto a favor de Suecia sobre todo, aunque también de Dinamarca.
Fue "un consejo muy duro", según De Palacio. "El más duro que he vivido", según Le Pensec. Ambos intentaron vender su pescado en la plaza pública lo mejor que pudieron. El francés, convirtiendo en mero "recorte virtual" la reducción de la flota en un 40% desde esta costera porque en realidad sólo el 60% de los barcos con este tipo de redes tiene licencia para pescar. De los 77 barcos censados en Francia, sólo 46 podían en la práctica faenar este año.
De Palacio, recordando que ese recorte no sólo afecta a Francia porque se aplica a todos, incluida la terrible flota italiana, que cada año se enfrenta a Greenpeace en aguas mediterráneas. De Palacio aseguró también que había un compromiso para que la flota siguiera reduciéndose de forma paulatina hasta desaparecer en la fecha tope del 31 de diciembre del 2001, aunque reconoció que esa parte del acuerdo no tiene cifras concretas.
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