El escritor Jeffrey Archer afirma que para él "lo que importa es vender libros"
«Prefiero vender 125 millones de ejemplares que obtener el premio Nobel», dice entre ufano y a la defensiva, el autor británico de best sellers Jeffrey Archer, que hoy firmará ejemplares en la Feria del Libro de su última ficción de intriga, El undécimo pecado: el hombre que murió dos veces (Grijalbo).
En posesión del título de lord y con un dilatado itinerario como político conservador -fue segundo de a bordo en el partido con John Major y asesor privado de Margaret Thacher- Archer ha vendido ya 22 millones de volúmenes en todo el mundo con el conjunto de sus títulos. «Cuando los jóvenes apenas leen, obtener tan alta difusión es para darse con un canto en los dientes; es importante vender», afirma.
De porte deportivo y complexión atlética, pese a sus 58 años -no en balde fue velocista federado antes que político y autor-, lord Jeffrey Archer explicó ayer el cronométrico método que emplea en su escritura: «Durante varias semanas, de seis de la mañana a once de la noche, trabajo dos horas y descanso otras dos, y siempre escribo el primer borrador en un país extranjero; en Suráfrica, en este caso».
Al hilo de la trama del undécimo mandamiento, en la que un agente extraoficial de la CIA es traicionado por la propia organización, Archer manifestó que «la actual mafia rusa ha tomado el relevo del telón de acero; sus miembros son igual de malignos que los antiguos comunistas, si no más, y se están adentrando peligrosamente en Estados Unidos».
Tras anunciar que será candidato a la alcaldía de Londres en octubre de 1999, Archer aventuró que «las mujeres son superiores a los hombres en todo, salvo en tres cosas: los negocios, la oratoria y las artes plásticas».
Babelia
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