Tusell presenta en 900 páginas un balance de la Historia de España

Los fines de milenio inducen siempre a pensar con mayor intensidad en la vida pasada. «La magia del número junto y las coincidencias con respecto al siglo anterior» son dos de los factores que nos empujan a realizar balances del pasado, según Javier Tusell, autor de Historia de España (Taurus) junto con los historiadores José Luis Martín y Carlos Martínez Shaw. El libro resume en 900 páginas la historia de nuestro país desde el Paleolítico hasta el final del Gobierno del PSOE, aunque Tusell lo define como «una versión de la historia de la gente que tenemos alrededor de 50 años».

Javier Tusell (Barcelona, 1945) mantiene que al final del siglo pasado quedó planteada la transición del liberalismo a la democracia y que a punto de iniciar el tercer milenio tenemos planteada la transición de la democracia, heredada de la II Guerra Mundial, a otra democracia. «Desde la caída del comunismo, la democracia se presenta como la gran vencedora, aunque al mismo tiempo se plantee que hay que mejorarla. La democracia siempre tiene que ser reinventada», argumenta el catedrático de Historia Contemporánea de la UNED, quien apunta que otra de las cosas comunes al fin de siglo es que «siempre supone una crisis cultural».

«Una de cada diez páginas escritas está dedicada a la historia». La cita de un historiador francés le sirve a Tusell para justificar la importancia de una materia que se fundamenta en la experiencia del ser humano, pero multiplicada por la de las generaciones pasadas.

El peligro de los atajos

En el último capítulo de Historia de España , titulado El Gobierno Socialista (1982-1996), Tusell apunta que la confortable mayoría parlamentaria de que gozó el PSOE permitió asentar la democracia pero también que ésta tuviera un nivel de calidad poco exigente. «Y las consecuencias de eso las estamos viviendo hoy», dice. «El GAL no hubiera sido posible sin la efervescencia del PSOE en los ochenta; el inconveniente de su llegada al poder es que pensaron que eran posibles los atajos y los atajos son muy peligrosos para las instituciones y las personas porque ayudan a saltarse las reglas, tanto morales como políticas». A su juicio, la capacidad de consenso de Felipe González y de Adolfo Suárez fue mayor que la de Azaña y Gil Robles, aunque en ello influyera el estado de la sociedad. «No hay que regatearles méritos, son dos gobernantes de los que podemos sentirnos orgullosos».Una de las características de los tiempos que vivimos, según Tusell, es que nos encontramos inmersos en una sociedad «que ha experimentado muchos cambios en poco tiempo, lo que a veces da la sensación de no tener ni reglas fijas ni criterios». Como ejemplo, cita las diferencias de calidad entre los libros más vendidos en España, Francia o Italia. «Todavía nos faltan hábitos de calidad y eso lo harán los más jóvenes, que están inventando un nivel de calidad diferente a base de abandonar los partidos y militar en las ONG».