Conversación "pinchada"
Julián Sancristóbal, ex alcalde de Ermua, ex gobernador civil de Vizcaya y ex director general de Seguridad, respondió ayer a todas las preguntas. Sólo se negó a hablar sobre las entrevistas periodísticas concedidas en prisión en enero de 1995, además de proclamar su queja por la difusión de una conversación telefónica, fruto de un pinchazo ilegal, que tuvo seis meses después con el ex ministro José Barrionuevo.
En las entrevistas concedidas a TVE, Abc y EL PAÍS en la cárcel de Alcalá-Meco, Sancristóbal aseguraba que el juez Baltasar Garzón participó en una conspiración para reabrir el caso GAL y derribar a Felipe González. "No quiero declarar sobre este asunto", advirtió, acogiéndose a sus derechos.
En otro momento, Sancristóbal se quejó de que se divulgase en la prensa, en junio de 1996, una conversación telefónica que tuvo desde prisión con Barrionuevo. "Se hizo vulnerando mi derecho a la intimidad y yo no la divulgué".
En esa grabación, que está incorporada al sumario, Barrionuevo dejaba traslucir que estaba dispuesto a dar la cara y asumir "responsabilidades políticas". Su abogado, Pablo Jiménez de Parga, pidió ayer al tribunal la nulidad de esa cinta magnetofónica porque se grabó "vulnerando los derechos fundamentales" de su cliente.
