Álvarez se apoya en referencias de Sancristóbal para acusar a Barrionuevo del secuestro
Francisco Álvarez, máximo responsable de la lucha antiterrorista y supuesto cabecilla del secuestro de Segundo Marey, aseguró ayer ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo que el entonces gobernador civil de Vizcaya, Julián Sancristóbal, "transmitió a Madrid", en una conversación telefónica en su presencia, la sugerencia de secuestrar al etarra Mikel Lujua en Francia. A partir de esa conversación de Sancristóbal, Álvarez acusa a Barrionuevo de haber ordenado la operación. A preguntas de las defensas de Vera y Barrionuevo, Álvarez reconoció que su conocimiento de los hechos procedía de referencias de Sancristóbal, que se vieron muy reforzadas después por las "conversaciones" mantenidas entre ellos.
El entonces jefe superior de policía de Bilbao y delegado para la lucha contraterrorista en el País Vasco y Navarra, Francisco Álvarez, comenzó su testimonio evocando la situación "muy tensa" que se vivía entonces en el País Vasco, con riesgo de generar una involución, un salto atrás. "En el año 1983 asesinaba ETA, ETA político militar, los Comandos Autónomos... Así todos los días y todas las semanas del año..."El ex jefe antiterrorista ratificó que el asesinato del capitán de farmacia Alberto Martín Barrios fue el detonante para "dar una respuesta a ETA". Pero Álvarez no sólo mantuvo las mismas imputaciones que los demás policías hacia la cúpula de Interior por el secuestro de Marey, sino que las amplió al intento anterior de capturar al etarra José María Larretxea, con el que, aseguró, se intentaba llegar hasta el capitán Martín Barrios.
Larretxea
Así, aseguró que la orden de secuestrar a Larretxea no la dio Sancristóbal: "La orden la dio el ministerio del Interior desde Madrid: detengamos a Larretxea a ver si podemos salvar a Martín Barrios y, de paso, ayudar a salvar el Estado de derecho..."Sin embargo, cuando el defensor de Vera, Manuel Cobo del Rosal, le preguntó por qué nunca antes de la sesión de ayer había mencionado a Vera y a Barrionuevo en relación con el intento de secuestro de Larretxea, Álvarez manifestó de forma lacónica: "Porque no me lo preguntaron".
En línea con las declaraciones de los policías que le han precedido ante el tribunal, Álvarez sostuvo que el secuestro fue "ordenado" por el ministro del Interior, José Barrionuevo, y por el director de la Seguridad, Rafael Vera. El defensor Manuel Cobo del Rosal también le hizo notar que en su declaración ante el juez habló de que el secuestro "se autorizó" por el ministerio. Álvarez contestó: "Es que la frase "se autorizó" no era la más adecuada". El defensor volvió a la carga:
Cobo: Ustedes siempre hablan de Vera y Barrionuevo. ¿Es habitual que se hablara a dúo? ¿No se podía hablar con uno de los dos
Álvarez. No es habitual, pero es que la operación tampoco era habitual. Se hablaba con uno y otro, y entre ellos también tendrían sus conversaciones, digo yo.
El ex jefe de la lucha antiterrorista atribuyó también "al ministerio" la orden de "seguir custodiando provisionalmente a Marey" a pesar de que se sabía que no era Lujua y que se había cometido un error. También mantuvo que Vera llamó antes que Amedo dando cuenta del "error" en el secuestro de Marey. Como Álvarez había sostenido lo contrario en declaraciones anteriores, para justificar la contradicción señaló: "En la secuencia de los hechos, a veces hay alguno de diferente percepción. Para mí que Vera debió llamar antes porque Amedo se encontraba en Navarra."
Álvarez confirmó también la reunión que se mantuvo en su despacho la noche del 4 de diciembre de 1983, en la que estuvieron presentes el entonces gobernador civil, Julián Sancristóbal, el jefe de información, Miguel Planchuelo, y él mismo.
En sus anteriores declaraciones, Álvarez había dicho que fue él quien cogió el teléfono y se lo pasó a Sancristóbal. Ayer respaldó la nueva versión facilitada por Planchuelo de que fue éste quien lo cogió primero: "Esa vez fue Planchuelo. Yo lo cogí en otras ocasiones", replicó para salvar la aparente contradicción.
Los defensores le hicieron notar que en el sumario había dicho que lo cogió él y que sólo habló de una llamada" y ahora en cambio hablaba de muchas. "Hablé de una sola llamada porque personalicé en la mía... Es lógico que Interior hiciera muchas llamadas esa noche."
El procesado intentó eludir después el momento en que Damborenea estuvo en la jefatura, y lo situó en un periodo de tiempo entre las 21.30 o las 22.00 horas y hasta la medianoche.
Álvarez. No recuerdo exactamente cuando llegó Damborenea pero fue después de que llamara Vera advirtiendo del error.
El abogado de Barrionuevo, Pablo Jiménez de Parga, le leyó su propia declaración sumarial de julio de 1995
Parga. Aquí dijo usted que Damborenea fue llamado para coordinar la situación...
A. Puedo haber dicho eso, pero me equivoqué.
En relación con los comunicados de reivindicación del secuestro, Álvarez negó haber sido él quien ideó las siglas de los GAL y agregó que no participó en la redacción de ninguno de los comunicados que se realizaron para reivindicar el secuestro de Marey.
En contra de la acusación del fiscal, que le atribuye haber sido quien llamó a la Cruz Roja de San Sebastián para reivindicar el secuestro y exigir la liberación de los geos, Álvarez dijo que esa llamada "no la hizo ninguno" de ellos. "A cierto nivel sabíamos que iban a liberar a los geos y esa llamada fue perjudicial".
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