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FERIA DE SAN ISIDRO

Higares sufre una cornada grave

Durante la faena de muleta de Oscar Higares al tercer toro de la tarde, resultó empitonado por el muslo derecho. El torero intentó volver de nuevo frente al toro, pero sus compañeros y miembros de su cuadrilla se lo impidieron y lo trasladaron con rapidez a la enfermería. Durante el trayecto a la misma se pudo apreciar que la sangre manchaba, hasta el tobillo, la taleguilla del diestro.

El primero en llegar a la puerta de la enfermería fue el matador de toros Paco Cervantes. «Oscar es amigo mío», manifestó con inquietud. Se dirigió a Víctor Manuel García, hermano del torero herido, que paseaba nerviosamente. «Todavía no sabemos nada», dijo el hermano del torero.

Los minutos siguientes se prolongaron sin que nadie saliera del interior de la enfermería. Los que esperaban fuera, empezaron a sentirse nerviosos y llenos de incertidumbre. Cuando, por fin, se abrió la puerta y apareció José Luis Lozano, los familiares y amigos del torero rodearon al empresario en demanda de información. Lozano tranquilizó a todos: «Se trata de una cornada limpia, que sólo le ha producido destrozos. Ahora le están operando».

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Este toro, por ejemplo

A última hora llegó la madre del herido, que había visto la cogida de su hijo en la retransmisión de la corrida por televisión. Los familiares impidieron que accediese al interior de la enfermería y trataron de disminuir el alcance de la cornada.

Cuando terminó la operación, se facilitó el parte facultativo. En él se indica que Higares sufre una cornada con trayectoria hacia arriba y adentro, de veinte centímetros, que contusiona la femoral y alcanza el fémur con rotura de abductores. Higares fue trasladado a la clínica de La Fraternidad.

Huelga

Cuando el público empezó a llegar a la plaza, se encontró con la sorpresa de que no se podía entrar porque todas las puertas estaban cerradas. Nadie sabía qué pasaba allí y muchos pensaron en una amenaza de bomba. Otros decían que iba a venir el Rey y no se podían abrir las puertas hasta que llegara. Por fin se supo que se trataba de una huelga que los porteros habían organizado, en solidaridad con un compañero que había sido detenido tras un incidente con un policía. El portero declaró en la comisaría y fue puesto en libertad a las siete de la tarde. El festejo empezo con seis minutos de retraso y el natural desconcierto y barullo en los tendidos.El Fundi se lamentaba despues de la corrida por la incomprensión del público: «Resulta desalentador ver que estás intentado hacerte con los toros y se te viene la plaza encima». Cree el torero que se ha dado mas importancia a los toros que al esfuerzo de los toreros. «Se puede ser partidario y estar a favor de determinadas ganaderías. Pero también hay que valorar lo que hacemos los que nos enfrentamos a ellas y dejar hacer las cosas sin meterse con uno».

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