El efecto Bartolín
En el PP andaluz, Juan Ojeda, esta semana deberá emplearse a fondo para corregir con autoridad el efecto Bartolín, esto es, las consecuencias del imaginario secuestro del concejal de La Carolina (Jaén), Bartolomé Rubia. El espectáculo ofrecido ha puesto en evidencia tanto el nerviosismo lógico de los populares ante la amenaza terrorista como la tentación de otros de instrumentalizarlo con un victimismo propio de opereta. Si a ese escenario se incorpora el personaje del alcalde de la localidad, Ramón Palacios, auténtico poder fáctico dentro de esta fuerza política, y considerado por otros como todo un cacique, se comprenderá entonces la dificultad de Ojeda para resolver la papeleta de forma ejemplar y severa. El efecto Bartolín o la vergüenza por los excesos del edil jiennense, quizá esté en la explicación de la ausencia, por primera vez en mucho tiempo del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, en Sevilla este pasado fin de semana. Aunque no deja de ser un paréntesis. Siguen contemplando el aterrizaje, con el permiso de los controladores aéreos, de ministros por doquier. Un refuerzo imprescindible de última hora para vender la gestión del Gobierno central y así contrarrestar lo que las encuestas denuncian: España va bien, pero Aznar no tanto y menos en Andalucía. En el PSOE sobrellevan con resignación lo de las primarias. Un invento que fue bien con Borrell y que les está ocasionando más de un dolor de cabeza con las municipales. En el pleno de la ejecutiva regional de hoy, se abordará este asunto, así como la oferta planteada por el PDNI. La respuesta ya está dada. No a acuerdos globales, sí a puntuales, pero descartando que las listas estuvieran encabezadas por integrantes de esta última organización política, y siempre, eso sí, con la aprobación previa de las agrupaciones provinciales correspondientes. Impulso a Borrell Los socialistas están, además, empeñados en impulsar al candidato José Borrell. Su mayor presencia en Andalucía, aquí anunciada, comenzará por Granada, el martes, en una apuesta clara por esta comunidad, "granero de votos del PSOE", conforme a la terminología al uso de la derecha que siempre ha observado, de forma despectiva, el arraigo electoral de la izquierda en Andalucía. Pero la prioridad sigue siendo el vertido de las minas de Aznalcóllar. A la espera de que se depuren responsabilidades, sobre todo en el departamento correspondiente de la Consejería de Trabajo e Industria, la Junta emprenderá contactos con una empresa especializada para iniciar una ofensiva con la que equilibrar la imagen negativa que se ha dado en el exterior. El objetivo es llegar a los grandes mercados europeos para limitar debidamente la dimensión del problema y tratar de restablecer la normalidad. En el Consejo de Gobierno del martes se tratará de contribuir a ello con la aprobación también de un crédito extraordinario de 8.000 millones de pesetas y la puesta en marcha de un acuerdo con los agricultores afectados. El Ejecutivo andaluz tratará así de resolver una de las principales dificultades que se planteaban para la resolución de este conflicto ecológico. Y el día 5, a las cinco, nacimiento de La 2 de Canal Sur. Puesta en marcha de una iniciativa conforme a la estética y requisitos planteados por los andalucistas, extremadamente sensibles por la gestión de la RTVA, a lo que se ve, asunto estratégico para los intereses del PA, como bien expresa una y otra vez el propio Alejandro Rojas-Marcos. Otro andalucista, Antonio Ortega, deberá dar cuentas, igualmente, de la marcha de su Consejería en el pleno de la Cámara.
