_
_
_
_
Tribuna:"UNA PAREJA PERFECTA"
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El parado y el poeta

Que Paco Betriu sabe tratar con calidez y ojo certero a ciertos personajes tomados de la calle y que, a través de ellos, es capaz de elevarse hacia cotas críticas e incluso satíricas de notable acidez es algo que hemos sabido siempre, desde aquellas implacables Corazón solitario o Furia española de la transición hasta Los fieles sirvientes, ya en la primera democracia; y que su mirada está siempre próxima a los derrotados por la vida también lo sabíamos: ahí está Sinatra para probarlo. Betriu regresa ahora con un encargo, la adaptación de la novela de Miguel Delibes Diario de un jubilado, que se estrena con el nombre de Una pareja perfecta. Lo de Delibes y nuestro cine es cosa complicada. Tiene la literatura de Delibes un aire de invencible previsibilidad, una colección de buenos sentimientos concienzudamente distribuidos en cada página que tal vez funcione en el papel, pero que, desde luego, convertidas sus páginas en carne de guión, dejan siempre un desolador sentimiento de cosa vista, una desarmante sensación de rutina. Poco puede hacer Betriu con este material, pero hay que reconocerle a nuestro hombre un estimable valor. Por ejemplo, para utilizar el único resquicio que le queda para mantener en pie, con dignidad, la tarea de realizar una aproximación a Delibes no ramplona ni carrinclona, los peligros de empacho que tanto buen sentimiento junto podrían provocar. Así, las peripecias de un parado infiel, consumidor voraz de culebrones televisivos e inútil perseguidor de la suerte en forma de concurso televisivo, que se ayuda para llegar a final de mes asistiendo a un poeta rico, anciano, enfermo y homosexual en sus paseos matinales, a la vez lazarillo y confidente, son ilustradas por Betriu con una profesionalidad a toda prueba y con un convencimiento admirables. No es el film una maravilla, pero entre sus imágenes emerge por lo menos una dignidad de oficio bien practicado que lo salva del ridículo. Betriu lo construye a partir de uno de sus mejores talentos, la dirección de actores. José Sazatornil, Saza, borda con el poeta uno de los mejores papeles de su carrera, mientras que Antonio Resines y su esposa en la ficción, la gran Kiti Manver, se las apañan para componer unos personajes recreados desde el naturalismo y la convicción.

Más información
Betriu abre el Festival de Cine Español de Málaga con una comedia "provinciana" sobre la amistad
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_