El Kursaal asegura que su problema no es "financiar la inversión, sino explotar la instalación"

"El Kursaal comienza cuando acabe la construcción; entonces llegará el verdadero reto". De esta forma afronta José Miguel Ayerza, gerente de la sociedad Kursaal, las "normales" discrepancias sobre la financiación que han aflorado en las últimas semanas entre el Ayuntamiento de San Sebastián y la Diputación, promotoras del Palacio de Congresos y del Auditorio diseñados por Rafael Moneo. La Ejecutiva guipuzcoana del PSE apeló ayer al "consenso" entre ambas instituciones y con la Kutxa para cerrar un conflicto que "confunde a la ciudadanía".

José Miguel Ayerza lamentó ayer el "ruido" que se está produciendo desde hace semanas en torno a la financiación de los 1.800 millones pendientes para cerrar la inversión del Kursaal (9.000 millones), porque "como dijo el propio Moneo en 1991, el proyecto debe integrar a la sociedad y en los últimos tiempos parece que el proceso es inverso, de alejamiento". Así y todo, Ayerza, quien lleva tres meses al frente de la gerencia del Kursaal, relativiza las dificultades económicas: "No me cabe ninguna duda de que se va a atar la financiación. Las diferencias que han reflejado los medios informativos son habituales en cualquier empresa, lo extraño sería que todos los consejeros tuvieran una posición común sobre cómo hay que financiar una inversión. Lo fácil entre comillas es la inversión; lo problemático es la explotación de las instalaciones". Ayerza eludió en una reunión con periodistas pronunciarse sobre las negociaciones con la Kutxa, ya que es una cuestión que "pertenece al ámbito del Kursaal y de la Kutxa", aunque sí puntualizó que no se debe magnificar su importancia. "El futuro del Kursaal no va a depender de la sala de exposiciones", apostilló. El gerente del Kursaal, que por su procedencia profesional (la multinacional Arthur Anderssen) mantiene una gestión estrictamente empresarial, advierte que la sociedad va a disponer de un patrimonio lo bastante sólido como para hacer frente a las necesidades económicas. El aparcamiento subterráneo de 500 plazas sito en el Kursaal, los nueve locales comerciales, el restaurante (por el que se han interesado las principales restauradores guipuzcoanos) y la sala de exposiciones ofrecen diferentes fórmulas para obtener ingresos. "La solución óptima es el alquiler, porque proporciona flujos monetarios constantes, pero al final manda la negociación", en el caso de la sala. La respuesta de la sociedad a la Kutxa, que ofreció primero 775 millones de pesetas por la compra de la sala y luego rebajó la oferta a 500 millones, se conocerá el próximo 5 de junio, tras la reunión del Consejo de Administración. Por otra parte, el responsable del Kursaal desmintió que haya algún retraso en la programación cultural y de congresos que dará contenido a las instalaciones cuando se inauguren en la primavera de 1999: "El Kursaal es un proyecto a largo plazo y hará falta un periodo de tres a cinco años para consolidar sus actividades. Nosotros no vamos a organizar congresos; nuestro cometido es sacarle el máximo rendimiento a unas instalaciones, sobre todo en el ámbito congresual, porque la actividad cultural tiene un rendimiento básicamente social, no es medible en pesetas". "Salto cuantitativo" El objetivo con la apertura del Palacio de Congresos es "dar un salto cuantitativo en la dimensión de los congresos que se celebran ahora en San Sebastián porque tenemos dificultades para organizar reuniones de más de 500 personas". La gerencia del Kursaal tiene un cartera varias convenciones, una de ellas de 2.000 personas. Por otra parte, la Ejecutiva del PSE de Guipúzcoa expresó ayer su malestar por los desencuentros sobre financiación entre el Ayuntamiento donostiarra y la Diputación, que "es un conflicto que han creado los partidos políticos". Los socialistas consideran que las diferencias sobre financiación entre el Ayuntamiento donostiarra y la Diputación causan "un clima generalizado de confusión en la ciudadanía". En este contexto, el PSE solicita a la Kutxa, "una mayor implicación" económica en el proyecto del Kursaal. Los socialistas argumentan que el Palacio y Auditorio "es un claro exponente del futuro de la capital de Guipúzcoa, y la Kutxa es una entidad que debe involucrarse en iniciativas de índole cultural y generadoras de riqueza, como lo es ésta".