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La Comisión Europea paraliza la alianza digital de los grupos Kirch y Bertelsmann

El colegio de comisarios respaldó la prohibición tras un último intento de negociar

La Comisión Europea prohibió ayer por unanimidad la fusión de las plataformas de televisión digital creadas por los grupos alemanes Bertelsmann y Kirch, un proyecto en el que también participaba Deustche Telekom. Al final, el responsable de la política de la Competencia, Karel Van Miert, hizo prevalecer su criterio. Todos cedieron para conseguir un acuerdo, excepto Bertelsmann. Su negativa a nuevas concesiones legitimó a Van Miert ante sus colegas de la Comisión y ésta prohibió la fusión de Premiere, de Bertelsmann, con DF-1, del Grupo Kirch.

El comisario de Competencia, Karel Van Miert, se ha movido con una habilidad política excepcional. Criticado desde el interior de la Comisión y presionado desde Alemania, cedió lo suficiente para borrar una imagen de intransigencia, pero salvaguardó el objetivo del procedimiento: asegurar que el mercado de la televisión digital alemana siga abierto a la libre competencia.El martes por la tarde, en vísperas de la reunión del colegio de comisarios, Van Miert realizó una última sugerencia a las tres partes implicadas en la operación; algo excepcional, porque Bruselas nunca ofrece soluciones, sino que acepta o rechaza las propuestas que le presentan las partes.

Pero ante la magnitud del embrollo político en que esta cuestión se había convertido, el comisario propuso que la fusión se aprobaría si Deutsche Telekom se comprometía a ceder sus redes de cable a futuros competidores. Kirch debería hacer lo mismo con sus descodificadores y Bertelsmann y el propio Kirch tendrían que vender a buen precio parte de los contratos en exclusiva de que disponen en cine y deportes.

Una solución aceptada el mismo martes por Deutsche Telekom y por el magnate bávaro Leo Kirch. Rolf Schmidt-Holtz, presidente de CLT-Ufa (la filial de televisión de Bertelsmann) se reservó la respuesta hasta consultar con la dirección de la matriz del grupo. La contestación llegó ayer por la mañana, cuando ya estaba reunida la Comisión, en forma de una carta que no dejaba lugar a dudas respecto a que Bertelsmann no aceptaba el compromiso propuesto por Van Miert.

Desde ese momento, ya sólo el comisario alemán Martin Bangemann -alegando que la actitud de Bertelsmann perjudicaba sobre todo a Kirch- mantuvo sus reticencias a la propuesta de Van Miert. Éste ya contaba desde la noche del martes con el apoyo de Marcelino Oreja, el otro gran crítico de la prohibición.

El desmarque del grupo Bertelsmann respecto a una solución que había concitado el consenso de los demás actores sitúa en esta última empresa la clave para analizar la decisión formal adoptada ayer por Bruselas, que no es otra que la de prohibir la fusión entre las plataformas digitales Premiere (Bertelsmann) y DF1 (Kirch) e impedir la entrada en el negocio del antiguo monopolio telefónico, Deutsche Telekom, que cuenta con 16 millones de abonados al cable.

La plataforma de Bertelsmann es la que funciona mejor, mientras que Kirch parece abocado al cierre del negocio de servicios digitales al frustrarse la fusión, tras dos años de fuertes pérdidas la operación iniciada en el verano de 1996. Para Van Miert esas consecuencias son elementos secundarios, porque lo fundamental es asegurar que, con fusión o sin ella, en un futuro sea posible la competencia en la televisión digital.

Y a su juicio eso no quedaba garantizado si Bertelsmann no aceptaba poner parte de sus contratos a disposición de los canales regionales de cable y de un futuro competidor digital. Fuentes de la Comisión sitúan en el 25% el porcentaje de contratos en poder del grupo que este último habría tenido que abrir a los demás. La Comisión exigía que eso se realizara a través de un arbitraje para establecer el precio de los paquetes a vender.

El comisario Van Miert no quiso ayer pronunciarse sobre las consecuencias que la decisión puede tener para las operaciones digitales que se desarrollan en otros países. Recordó que Bruselas ha aceptado un acuerdo de colaboración entre dos plataformas británicas y que hay competencia en países como Francia o España, por lo que lo único que hay que hacer es garantizar que los mercados seguirán manteniéndose abiertos.

La prohibición decidida ayer por la Comisión pone fin a un largo proceso de alianzas multimedia para el mercado alemán. Ya en 1994 se produjo una primera decisión negativa de la Comisión Europea respecto al intento de Bertelsmann, Kirch y Deutsche Telekom para fundar una compañía común destinada a introducir la televisión digital. Kirch quedó fuera de un intento posterior de unir a Bertelsmann, Canal Plus y BskyB -esta última controlada por Murdoch- y lanzó en solitario su plataforma DF1, sobre la base de un sistema propio de descodificación, el d-box.

En 1997 Kirch y Bertelsmann resolvieron sus diferencias y acordaron el plan conjunto que la Comisión prohibió ayer.

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