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La Comisión propone limitar el acceso a los fondos de empleo desde el 2000

El debate sobre la reforma de los fondos comunitarios, que Bruselas reparte entre países miembros, ya ha comenzado, y con discrepancias entre la Comisión y España. En una reunión del Fondo Social Europeo (FSE) en Birmingham (Reino Unido). preámbulo a la próxima cumbre de Cardiff, la Comisión y los ministros de Trabajo comenzaron a debatir la reforma del FSE, el principal instrumento comunitario para distribuir fondos para formación y combatir el paro.

El comisario de empleo Pradaig Flynn propuso algo que de momento ya ha disgustado a España: un cambio en el criterio de distribución del llamado Objetivo 3 del FSE -que combate el paro de larga duración-, que cerrará el grifo de una parte de los fondos para las regiones que ya perciben financiación por tener menos del 75% (Objetivo 1) de la renta media comunitaria, entre las que están la mayoría de las comunidades autónomas españolas.La reforma que prepara el comisario Flynn también cuestiona las actuales ayudas por el llamado Objetivo 2 -fondos para combatir el declive industrial- a las comunidades que están percibiendo fondos por tener una renta inferior al 75% de la media comunitaria. Esta reforma, de salir adelante, afectaría a las regiones de la cornisa cantábrica española.

Flynn declaró que el objetivo de la reforma del FSE es simplificar el actual sistema de ayudas. Añadió que la reforma culminará con una nueva distribución global de los fondos, que pasarán de 46.000 millones de ecus (7,7 billones de pesetas) en el periodo 1995-1999 a 70.000 (unos 12 billones de pesetas) en el periodo 2000-2005. Y añadió que hay tiempo hasta final de año para discutir sobre el reparto de los fondos del nuevo FSE.

España es el país que más recibe del FSE. Según datos de la Comisión Europea, para combatir el paro de larga duración (Objetivo 3), España recibirá, entre 1994 y 1999, 244 millones de ecus (unos 41.000 millones de pesetas). Estos fondos dejarían de percibirse si se aprobara la reforma que prepara la Comisión Europea.

El otro fondo que peligra, el de ayudas para regiones en declive (Objetivo 2), ha supuesto para España 11.000 millones de pesetas en el periodo 1994-1999. España recibe la mayor parte de los fondos del FSE por tener regiones con menos del 75% del nivel de vida comunitario. Este criterio se mantiene en la reforma que prepara la Comisión, pero falta por discutir cómo estará dotado.

El ministro de Trabajo español, Javier Arenas, declaró en Birmingham que España no acepta que se "cierren puertas" en la reforma del FSE. Ante un millar de asistentes a la reunión del FSE, Arenas afirmó que España está abierta a actualizar y simplificar el funcionamiento de las ayudas. Pero advirtió que la reforma no debe suponer límites para los fondos que permiten reducir el paro de larga duración de las comunidades que ya reciben ayudas por tener una renta inferior a la media.

El ministro reclamó que la Unión Europea ponga el "mismo entusiasmo" en la política de empleo que el que puso en su día para llegar al euro.

España no está sola en su recelo frente a los nuevos planes para el funcionamiento del FSE. El ministro de Trabajo dijo ayer que Francia también se opone a la supresión del Objetivo 3 para los países que ya reciben fondos del Objetivo 1 y del 2. La secretaria de Empleo de Francia, Nicole Pery, se mostró prudente sobre los cambios en marcha, aunque afirmó que "necesita transparencia, mayor control y amplitud de acceso a las ayudas comunitarias". Francia es el primer receptor de fondos procedentes del Objetivo 3, con 503 millones de ecus (84.000 millones de pesetas) en el periodo 1994-1999.

Sobre este punto, Flynn afirmó que la asunción por parte de los países miembros en sus planes de empleo de las 19 directrices marcadas por la Comunidad supone el principio de una "política de empleo coordinada".

Flynn declaró que la Comisión quiere negociar el nuevo FSE con los países miembros para que en la próxima primavera haya una nueva distribución de los recursos. Flynn ve una etapa de crecimiento en la Unión Europea que permitirá acelerar la creación de empleo.

Países o regiones

El ministro de Trabajo español también se refirió a la vía a través de la cual la Unión Europea debe transferir los fondos de empleo. Según Javier Arenas, los fondos deberían asignarse por países y no por regiones, como sucede actualmente.Este planteamiento, sin embargo, choca con el hecho de que en España la mayoría de las competencias de empleo están transferidas a las comunidades autónomas.

Muy probablemente, estas últimas no acogerán positivamente esta posición, que implicará una mayor centralización de los recursos para los planes de fomento del empleo y de reducción del paro.

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