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La nueva colección de Telefónica se dedica al arte figurativo español de las escuelas de París y Madrid

Las primeras 70 pinturas del fondo han costado 250 millones de pesetas

Telefónica presentó ayer su nueva colección de arte. Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Pablo Picasso, Juan Gris y Luis Fernández se han sustituido por los pintores de las llamadas Escuela de París y Escuela de Madrid. La exposición La figuración renovadora , que se presenta desde hoy en la sede central de Telefónica en Madrid (Fuencarral, 3), recoge una selección de 50 pinturas de 40 artistas entre las 70 obras que forma el fondo dedicado al arte figurativo español.De la anterior colección de Telefónica, con obras de Picasso, Gris, Tàpies, Chillida y Fernández, con la privatización de la empresa, se realizó una cesión comodato, en acuerdo con el Ministerio de Educación y Cultura, por el que se presta durante cuatro años para su exhibición en el Museo Nacional Reina Sofía. Con motivo de la presentación de la nueva colección, se recuerda a los artistas que habían ocupado las mismas salas con los cinco dibujos de Picasso y una obra de Luis Fernández.

Unos meses antes de la cesión al Reina Sofía, en noviembre de 1997, Telefónica decidió emprender una nueva colección en una línea distinta a la anterior y centrada «en los artistas españoles que habían significado una renovación y modernización de la pintura figurativa española, que había quedado relegada», según Roberto Velázquez, director gerente de la Fundación Arte y Tecnología. Esta fundación es la encargada de la gestión y administración del fondo, propiedad de Telefónica.

La nueva colección tiene ya 70 obras, de las que 50 forman la presente exposición. El fondo ha incorporado dos piezas que ya tenía Telefónica, como El teléfono , de Antonio López (1963) y un paisaje de Juan Manuel Díaz Caneja, y el resto se han adquirido en este tiempo, con una inversión de 250 millones de pesetas.

Renovadores

Las compras se han realizado en galerías, coleccionistas, a los propios artistas o a sus herederos. Entre las piezas expuestas destacan Bodegón del pavo muerto , de José Gutiérrez Solana (1929) y Paisaje de La Rábida , de Daniel Vázquez Díaz (1930), situados por su influencia intelectual en las generaciones de las dos corrientes figurativas renovadoras, integradas en las llamadas Escuela de París y Escuela de Madrid. En el montaje hay pinturas de Domínguez, Bores, Palencia, Peinado, Redondela, Zabaleta, Vaquero Palacios, San José, De la Serna, Villa, Gaya, Lagar, Lozano, Mateos, Barjola, Delgado, Gal, García Ochoa, entre otros. También hay en la colección telas de Pelayo, Úbeda, Beulas, Grau Sala, Pelayo, Viñes, Ortega Muñoz y García Ochoa. La intención es que la colección se vea en la sede de Madrid y también en otras muestras itinerantes por España y el extranjero, sobre todo en Iberoamérica.

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