Timor Oriental aprovecha la crisis para exigir su independencia
Quienes más ruido hicieron ayer y antes llegaron a la cárcel de Cipinang fueron varias decenas de timoreses orientales que, con pancartas y gritos, pedían tanto la libertad de Xanana Gusmao, líder del Frente Revolucionario para la Independencia de Timor Oriental (Fretilin), como la independencia para esta antigua colonia portuguesa invadida en 1975 por las tropas de Suharto. Tal anexión no ha sido reconocida por la ONU, que ha pedido a Indonesia que celebre un referédum de autodeterminación.Gusmao fue capturado en 1992 y condenado a cadena perpetua, luego reducida a 20 años, por la mortífera campaña del Fretilin contra los soldados. «Es nuestro único líder y tiene que salir ya», decía un hombre que portaba una pancarta con el lema «A luta continua». Fernando, secretario general de la ilegal Resistencia Nacional de los Estudiantes de Timor Oriental, estuvo con Gusmao en Cipinang desde 1991 al pasado marzo, y ayer estaba en libertad. «Tiene que haber un referéndum», mantenía. «Si el Gobierno quiere mejorar su imagen exterior, debe resolver el problema de Timor Oriental». La idea del referéndum no la compartía Tom Xavier: «El referéndum es reconocer la anexión. Queremos la independencia total».
La Pancasila, los cinco principios genéricos que constituyen el corazón ideológico del Estado indonesio, establece en el tercero la unidad nacional. «La Pancasila sólo es para las provincias que fueron colonias de los holandeses», subrayaba Tom Xavier.
Indonesia es un país con cientos de fracturas potenciales (geográficas, étnicas, religiosas, económicas) y la independencia de Timor Oriental podría abrir la caja de Pandora, con otras minorías reclamando idéntico derecho. «El Gobierno debería explicar a la gente que el caso de Timor es distinto al de otras partes que luchan contra Yakarta», señalaba Fernando.
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