Hernández lamenta el uso de la educación para "desgaste político"

El consejero de Enseñanza, Xavier Hernández, se siente injustamente perseguido y lamenta que la educación se haya convertido en "un ámbito permanente de desgaste del adversario político". Hernández, que acudió ayer al foro de debate Tribuna Barcelona, calificó de "falsedades" las críticas que le llueven a su departamento en el sentido de que favorece a la escuela privada concertada en perjuicio de la pública. La Generalitat, dijo, gasta en cada alumno de la enseñanza pública 2,3 veces más que en cada uno de la privada concertada.

Hernández recurrió a las cifras para demostrar "la falsedad absoluta de estas afirmaciones" y aseguró que entre 1990 y 1998, el número de alumnos de la enseñanza pública ha disminuido en un 10% mientras que en la privada concertada el descenso ha sido del 18,7%. "Teniendo en cuenta que el descenso de la natalidad afecta a todos", sentenció, "las cifras demuestran que el flujo de alumnos se produce desde la privada a la pública, y no al revés". En opinión del consejero, la controversia entre escuela pública y privada es "improductiva". El total de las inversiones de la Generalitat en educación, dijo, recae en la enseñanza pública y el crecimiento de las plantillas de profesorado también ha sido mayor en la pública que en la privada. En los últimos años, recordó Hernández, se han construido en Cataluña 150 nuevos centros públicos y se han ampliado o reformado a fondo otros 200, mientras que el número de institutos públicos de secundaria ha pasado de 200 a 500. A lo largo de su disertación, titulada La educación, el factor clave del futuro, Hernández expuso las líneas centrales de la política de la Generalitat en esta materia, que situó, junto con la sanidad y la asistencia social, entre los tres ejes que configuran la máxima prioridad del Gobierno catalán. El consejero agregó que en Cataluña se está implantando la reforma educativa "más que en ninguna otra parte". El esfuerzo presupuestario, dijo, "es muy alto y continuado, hasta el punto de que en los últimos cinco años, a pesar de haber menos alumnos, sigue aumentando el número de profesores y de centros y crece el presupuesto, que para el presente año se sitúa en 360.000 millones de pesetas". La Generalitat, dijo, en el campo de la educación no universitaria presta servicio a 1.095.000 ciudadanos, un mínimo de cinco horas al día. Hernández rechazó casi todas las críticas que han llovido sobre la implantación de la reforma, en especial la que hace referencia a la deficiente formación que supuestamente reciben los alumnos. Esta es una afirmación gratuita, a juicio de Hernández, ya que aún no se dispone de una evaluación de los resultados de la ESO porque, de forma generalizada, no estará implantada hasta dentro de dos años. El consejero, sin embargo, reconoció algunos aspectos mejorables de la reforma, como el de los créditos trimestrales, que, afirmó, están siendo revisados. También criticó las posturas maximalistas respecto a la LOGSE, tanto las de los que llamó "fundamentalistas", para quienes la ley es un dogma, como las de aquellos que se muestran en contra desde el primer momento y pretenden una "contrarreforma". El gran reto al que ahora se enfrenta su departamento tras la implantación de los nuevos bachilleratos a partir del próximo curso, dijo Hernández, será "hacer una buena Formación Profesional". Algo que, según el consejero, "nunca hemos tenido y si en algún caso ha sido de calidad, se ha debido en buena medida a los profesionales y algunos empresarios". En clave más política, Hernández, que fue presentado por el líder de su partido -Unió Democràtica (UDC)-, Josep Antoni Duran Lleida, reivindicó la educación como un factor clave para "la identidad y la interiorización de nuestra cultura propia".