La cúpula del PP asturiano da la espalda a Marqués en su homenaje

La crisis del PP de Asturias sigue abierta pese a los deseos de la dirección nacional del partido, que la daba ya por cicatrizada. La dirección regional del partido, enfrentada en los últimos meses al presidente del Principado, Sergio Marqués, también del PP, no acudió al homenaje que en la noche del sábado le tributaron más de 500 militantes y dirigentes locales.La cúpula del PP asturiano, que inicialmente trató de impedir la celebración del acto, había anunciado el jueves, tras dar por solventadas las diferencias internas, que se sumaría a esta iniciativa en apoyo de Marqués.

La ausencia tanto del presidente regional del partido, Isidro Fernández Rozada, como del secretario general, Reineiro Álvarez Saavedra, convirtió la cena del sábado en un restaurante de Otur (Valdés, a 100 kilómetros de Oviedo), en un respaldo explícito a Marqués frente al acoso de que se ha sido objeto en los últimos meses por parte del alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo; el presidente regional del PP, Fernández Rozada, y el propio vicepresidente primero del Gobierno y secretario general del partido, el asturiano Francisco Francisco Álvarez Cascos.

Importantes ausencias

Esas ausencias constatan que, en contra de lo asegurado esta semana desde las direcciones regional y nacional del partido, las diferencias internas en el PP de Asturias persisten.Al homenaje acudieron representantes de distintas juntas locales, alcaldes del occidente y del oriente de la región, militantes de base, el Gobierno regional en pleno, la práctica totalidad de los directores regionales y buena parte del Grupo Parlamentario Popular en la Junta General del Principado. No asistieron diputados y senadores nacionales por Asturias, los diputados regionales pertenecientes a la Junta Local del PP de Gijón -la agrupación sobre la que Álvarez Cascos ejerce un mayor control y ascendencia-, los alcaldes de las mayores ciudades en poder del PP (Oviedo y Avilés), ni otros altos cargos, como el presidente del Parlamento autónomo y el delegado del Gobierno.

La asistencia (más de medio millar de personas) desbordó la capacidad del restaurante, que tuvo que alojar a parte de los comensales en un comedor en el sótano y habilitar una carpa en el exterior del local. Cuatro pancartas reclamaban la proclamación de Marqués como candidato popular para las elecciones autonómicas del año próximo, un debate que la dirección del partido no quiere abrir hasta final de año o principios de 1999.

En un discurso de tono institucional, con muy veladas y sutiles alusiones a la crispación que se ha vivido en el PP asturiano, Marqués reiteró la posición que ha venido manteniendo durante esta crisis: desconocer su existencia y proclamar que sus desvelos se centran en el Gobierno de la comunidad y no en las refriegas intestinas.

En declaraciones a los periodistas presentes, Marqués sostuvo: "Yo nunca estuve en crisis con el partido. No he hecho declaraciones, ni realizado actuaciones ni practicado el enfrentamiento. Quienes abrieron la crisis, si es que la hay, que la cierren. Me alegro de que si el presidente regional del partido cree que existió la crisis, ahora diga que está cerrada. Los que tienen que explicar la crisis son los que hablan de ella".

Sobre la ausencia de una representación oficial de la cúpula del PP de Asturias, Marqués declaró que había saludado a tantos asistentes al acto que no había tenido tiempo para "apreciar quién ha venido y quién no". Y concluyó: "Este acto estaba abierto a todo el mundo. Quien no ha venido es porque quizá no haya podido. Si el señor Rozada no ha estado quizá se deba a una indisposición transitoria".