Las importaciones de la UE a bajos precios condicionan el sector cerealista

Las importaciones de cereales pienso durante la última campaña ascendieron a cuatro millones de toneladas según los datos manejados por el Ministerio de Agricultura. De esta cantidad, las partidas más importantes correspondieron a maíz y trigo procedente de Francia, así como a importantes cantidades de cebada procedente del Reino Unido. La existencia de unos precios bajos ha provocado la demanda de productos de importación, especialmente en zonas con alta carga ganadera intensiva, como Cataluña y Aragón.

La evolución de las importaciones ha puesto de manifiesto que los aprovisionamientos de cereales para España se hallan en los países comunitarios, mientras han perdido fuerza las compras en terceros países, incluidos los propios Estados Unidos. En la última campaña, las compras en terceros países fueron de solamente 1,4 millones de toneladas. El consumo total anual de cereales pienso en España es de 2l,6 millones de toneladas.La posibilidad de compras de cereal barato en el exterior, así como de otras materias sustitutivas como soja o mandioca, también a buenos precios, ha provocado unas cotizaciones a la baja en el mercado interior. En esta situación también ha influido la existencia en España de unas buenas condiciones climatológicas, que han dado lugar a unos pastos abundantes para la ganadería extensiva, sustituyendo la hierba las compras de cereales.

Según los datos manejados por el sector a las puertas de la nueva campaña, los precios para los cereales en origen se sitúan en solamente 20 pesetas, frente a unos precios de la intervención para una calidad tipo de 21,3 pesetas. La mala situación del mercado ha provocado que se hayan ofertado a la intervención unas 500.000 toneladas de cebada.

Primeras impresiones

El Ministerio de Agricultura no ha hecho aún una estimación oficial sobre las previsiones de cosecha para la próxima campaña. Las primeras impresiones apuntan, sin embargo, a una buena cosecha que podría ascender a entre 19,5 y los 20 millones de toneladas.Esta cifra supone un aumento sobre los 18,4 millones de toneladas de la campaña anterior, aunque se hallan lejos de la cifra récord lograda en 1996 de 21,5 millones de toneladas. Este año, a consecuencia de las lluvias, se ha producido un descenso de la superficie de cultivo del 7%. La climatología y la imposibilidad de realizar las siembras a tiempo por las lluvias ha dado lugar a un aumento en las superficies de cebada, especialmente en la mitad norte de la Península, y un descenso de los trigos. La previsión de cosecha apunta a entre 9,2 y 9,5 millones de toneladas de cebada, 4,9 millones de toneladas de trigo y 900.000 toneladas de otros cereales.

En maíz, a pesar de las penalizaciones por superar la cuota de superficie asignada a España en 1997, se espera un nuevo año con siembras elevadas y la posibilidad de lograr una producción similar a los 4,4 millones de toneladas del año anterior.

Con estas perspectivas a la vista en el plazo de algunas semanas, se teme que los precios para los cereales se sitúen por debajo de las 20 pesetas.