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Desconcierto en el PP ante el congreso especial convocado por Fraga en Galicia

Javier Casqueiro

Ningún dirigente relevante del PP conoce en estos momentos para qué ha convocado realmente el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, un congreso extraordinario de esta organización gallega el próximo 19 de junio. Desde luego no se espera que defina a su sucesor. Tampoco que varíe la correlación de fuerzas entre sus hipotéticos delfines. El secretario general actual, Xosé Cuiña, es y seguirá siendo el primer colocado. En el partido escucharon su versión de que quería provocar un "impulso político" ante el escenario creado por el Bloque Nacionalista Galego y se preguntaron: "¿Y para eso hace falta un congreso?".

Las preguntas se las formulan entre ellos los diputados y senadores gallegos del PP. Se las lanzan incluso a alguno de sus ministros, es decir, a los titulares gallegos de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, y de Sanidad, José Manuel Romay. "¿Oye, qué va a pasar en el congreso, para qué lo ha montado, por qué ahora, es verdad que está preparando un cargo especial para relanzar la figura de Cuiña, recortará el poder actual de los barones provinciales...?". La retahíla de interrogantes no tiene fin y las explicaciones que ofrecen los más enterados nunca son suficientes. Suenan a especulaciones. Uno de los ministros parece que contestó a sus interpelantes: "Aquéllo es un barco sin timonel".Lo cierto es que Fraga avisó a la dirección del PP y del Gobierno de sus intenciones unos días antes de comunicarlas oficial y públicamente. Les dijo: "Me gustaría hacer un congreso para relanzar la política autonómica cuando ya casi ha pasado un año desde que ganamos las elecciones y tras comprobar que el escenario político y social ha variado bastante tras la irrupción del Bloque Nacionalista Galego". A los miembros de la junta directiva regional del PP no les concedió muchas más justificaciones.

¿Para ese impulso que requiere Fraga hace falta un congreso, no valdría con una convención?. Fraga no quiere llamarle congreso extraordinario. Lo considera ordinario, normal. En la dirección del partido atestiguan que es especial, porque está fuera de fecha, y que en cualquier caso el permiso para su celebración se lo debe conceder oficialmente el comité ejecutivo nacional. Ese comité aún no lo ha otorgado pero lo dará, sin duda. En la dirección del PP han prescindido de entrometerse en la política gallega mientras esté Fraga.

La dirección del PP, desde luego, tampoco aguarda que Fraga apunte en el congreso el perfil de su heredero político. Están seguros de que no lo hará. El presidente de la Xunta sólo ha adelantado que quiere una ejecutiva regional más ágil y eso significa que rodarán cabezas. Ahora componen ese órgano 47 miembros y será reducido a 30. Los presuntos afectados han comenzado a moverse para evitar por todos los medios que la guillotina siquiera les roce.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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