El IRPF vasco tendrá un tipo máximo más alto que el aprobado para España y un mínimo más bajo

La reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en Euskadi parece que conlleva un descenso de impuestos menor que en el resto de España. El tipo máximo se podría situar en el 50%, seis puntos por debajo del actual y dos por encima del estatal, y el mínimo en el 17%, un punto menos que el Estado y tres menos que el actual impuesto. El vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, no quiso ayer ni confirmar ni desmentir este extremo. Sin embargo, desde su departamento se dejó entrever que esta era la línea que se seguirá. El proyecto, sin embargo, no está aún cerrado.

El vicelehendakari volvió ayer a practicar su política de hermetismo en torno a la reforma del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas (IRPF). En todo caso la apuesta de las haciendas vascas parece ir por la vía de enmedio, hay que contentar a todos. Por un lado, la rebaja impositiva no debe afectar al gasto social con una fuerte caída de la recaudación. Y por otro lado, los sindicatos deben sentir que la mayor carga fiscal no descansa sobre los asalariados. Así, Ibarretxe, que aseguró que la reforma de la Hacienda estatal es una "referencia" y no una"hipoteca", y justificó una posible menor reducción en el caracter solidario de los vascos: "A los ciudadanos no les importa pagar más o menos por los impuestos, sino que lo que pagan, se gaste bien". La reducción aplicada por el Gobierno del PP está poniendo las cosas difíciles a la haciendas vascas, que tienen como uno de sus objetivos prioritarios marcar la diferencia. Ayer Josu Bergara, diputado general de Vizcaya, y Juan Carlos Peral, diputado de Hacienda de Álava, reiteraban que las bases de su nuevo impuesto serían la simplicidad, la progresividad y la diferencia. La reforma, anunciada para la primera semana de junio, está, sin embargo, todavía verde. Los responsables políticos de las tres diputaciones continúan las reuniones, ya nocturnas, con sus técnicos y a su vez despachan con Ibarretxe, el padre de la reforma. Además, la aprobación de las normas forales del nuevo IRPF necesitará un acuerdo político bien con los socialistas o bien con los populares. El responsable alavés de Hacienda, Juan Carlos Peral, insistió ayer en Vitoria que, aunque tienen como referente el modelo estatal, seguirlo al pie de la letra supondría un descenso en la recaudación de las haciendas vascas cifrado en 48.000 millones de pesetas, informa Pedro G. de Viñaspre. El cambio sociológico que se ha experimentado en el País Vasco desde 1978, año del que data la actual legislación contributiva, que alude a la existencia frecuente de dos trabajadores asalariados en cada familia, ha hecho que las rentas del trabajo cuenten con un importante "sesgo discriminatorio", según Peral. "Estas rentas salariales son muy superiores a las profesionales, y ese es un dato que hay que modificar", indicó. De esta manera, en el País Vasco la concentración de este tipo de impuestos alcanza un 80% del total recaudatorio, por encima de los porcentajes que existen en el resto de España. Las rentas de capital aportan sólo un 7%, mientras que el 13% restante procede de las actividades profesionales y económicas. Uno de los criterios que se aplicará con toda seguridad será la disminución de los impuestos directos en detrimento de los indirectos, que crecerán "en consonancia con la tendencia de armonización europea". Limitar las deducciones Otro de los aspectos en los que incidirá el nuevo modelo será limitar la "parafernalia de deducciones" y retenciones que existen en la actualidad. En todo caso, el diputado alavés incidió en que lo más importante no es un aumento de las recaudaciones, sino equilibrar los impuestos. "Pretendemos que los contribuyentes tengan más dinero y que las haciendas recauden menos", señaló.