_
_
_
_
_

La Unión Europea abre un expediente contra una de las empresas más importantes del Polo Químico

La Unión Europea (UE) ha abierto un expediente informativo contra Fertiberia, una de las empresas más importantes del Polo Químico de Huelva, por realizar vertidos contaminantes en las denominadas balsas de fosfoyesos, unas acumulaciones de residuos industriales existentes en la periferia de la ciudad, según un informe clasificado como confidencial al que ha tenido acceso este periódico. La Unión Europea, dentro de la investigación, ha solicitado una amplia documentación al Ministerio de Medio Ambiente.

La Dirección General de Costas, en un informe remitido a la UE, el pasado marzo, expresa que Fertiberia vierte a la ría onubense a través de procesos no autorizados y amenaza con clausurar la empresa. El daño medioambiental provocado por Fertiberia, factoría dedicada a la fabricación de fertilizantes, merece, según el informe de Costas, "la decisión de incoar un expediente sancionador a la sociedad concesionaria, ordenando paralizar inmediatamente los depósitos, o bien iniciar el procedimiento pertinente cara a poner fin a las concesiones". Costas solicita de la UE una reflexión: "Es necesario plantearse la cuestión en sus justos términos, esto es, sin olvidar el gravísimo problema de orden social y laboral que ello acarrearía a una zona especialmente deprimida, en la que se ha cebado tradicionalmente el desempleo", señala el informe. Huelva tiene un índice de paro del 35%, y Fertiberia proporciona 500 empleos directos y unos 600 indirectos. La polémica arranca a raíz del desecho de aguas contaminantes que Fertiberia genera en su proceso de producción. El Ayuntamiento de Huelva ordenó la paralización de esos vertidos a las balsas de fosfoyesos en 1996. Tras un periodo de complicadas negociaciones, el Ayuntamiento concedió una nueva licencia de obras y vertidos a Fertiberia en 1997. La condición impuesta por el Consistorio residía en que la empresa transformara el régimen de circuito abierto -sin tratamiento adecuado de la contaminación de las aguas-, por el de circuito cerrado, en el que se depuran en origen los desechos. La exigencia que las autoridades pusieron a Fertiberia para autorizar que volviera a verter era que "el agua necesaria para la suspensión de fosfoyesos, que ya no será salada, sino dulce, no debe retornar a la ría de Huelva, sino que se establecerá un circuito cerrado, para realizar en continuo esta operación, con lo que se cumplirá el objetivo de que al río sólo llegue agua de refrigeración". La empresa no cumplió esta orden y sigue degradando el medio ambiente, según el documento. Costas, pese a la dureza de las sanciones que propone a la UE, está dispuesta a la negociación con la empresa. Esa Dirección General, indica el informe, está abierta a discutir y, en su caso, a aplicar las medidas que contribuyan a la recuperación ambiental de la zona, tomando en consideración las circunstancias sociales del lugar. El director de Fertiberia en Huelva, Francisco Cuadra, aseguró ayer que la empresa cumple con todos los requisitos legales y que desconoce aún el expediente abierto por Costas. "Desde octubre de 1997 estamos vertiendo en circuito cerrado, a raíz de la aprobación de nuestro proyecto por parte de la Consejería de Medio Ambiente", manifestó Cuadra.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_