Juzgado por delito ecológico el ex director del aeropuerto de El Prat

La difícil convivencia entre el aeropuerto de El Prat y el entorno natural en el que se enclava llegó ayer por primera vez a la Audiencia de Barcelona. El fiscal José Joaquín Pérez de Gregorio solicitó una pena de dos años de prisión para el ex director del aeropuerto Alfonso de Alfonso, al que acusa de un delito contra el medio ambiente por haber cubierto de tierras y escombros una zona húmeda situada en el interior del recinto aeroportuario y formada por cañizares y una laguna.

Los hechos se remontan a junio de 1993, cuando el grupo ecologista Centro de Investigación y Salvaguarda de los Espacios Naturales denunció el cubrimiento de la laguna, de 900 metros cuadrados, situada junto a la zona conocida como los comedores militares. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil confirmó el cubrimiento de la zona, no sólo con tierras, sino con todo tipo de objetos, como persianas, tuberías de plástico, un calentador y hasta tres sillas de cámping. El fiscal sostiene que el humedal fue sepultado con 51.000 metros cúbicos de tierras y escombros. Alfonso de Alfonso aseguró en su declaración que el vertido de tierras se produjo sin su consentimiento y ordenó que se suspendiera cuando lo descubrió. Posteriormente se dirigió al Ayuntamiento de El Prat para pedir explicaciones. Esta versión, sin embargo, contrasta con la de José García, quien descubrió el cubrimiento de la laguna. "Nos reunimos con el director del aeropuerto, fuimos hasta el lugar y nos dijo que se solucionaría", declaró García. No sólo no se corrigió la situación, sino que al año siguiente se completó el cubrimiento. Los vertidos se realizaron en una época crítica para la cría de algunas especies protegidas. Por estos mismos hechos también fueron juzgados ayer el ex jefe de mantenimiento del aeropuerto, José María Mendiolera, y Francisco Benjumea, gerente de la empresa que realizó los trabajos.