Parcerisas acepta dirigir la ILC y Simó dimite para dedicarse a escribir
Francesc Parcerisas (Begues, Baix Llobregat, 1944) ha sido nombrado director de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) por el consejero de Cultura de la Generalitat. Tiene a su favor los años que lleva negociando con la institución desde el otro lado de la mesa, en representación de las asociaciones de escritores y de traductores. De hecho, Parcerisas accede al cargo, en sustitución de Magdalena Oliver, después de ocupar la presidencia de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana. Magda Oliver sigue en el Área del Libro de la Dirección General de Promoción Cultural, mientras que Isabel-Clara Simó, hasta ahora asesora de Gestión Cultural de la ILC, ha hecho efectiva su dimisión para dedicarse a escribir.
"Es pronto para saber lo que vamos a hacer", explicaba ayer mismo Parcerisas. "Pero hay dos cosas que quiero destacar. Por una parte, que el nombramiento se ha hecho tras consultar a la junta. Es preceptivo que se haga, pero no siempre se ha hecho con tanta delicadeza. En segundo lugar, la ILC vive unos momentos de reestructuración desde la etapa de Cuyàs y ahora podrá aclararse su función. La ILC podrá centrarse en las funciones que le son propias: proyección pública de los escritores, proyección exterior y campañas de fomento de la presencia de los autores. También se ocupará de las relaciones con instituciones como el PEN Club y las asociaciones de escritores, y de conceder las becas a la creación". Los proyectos de Parcerisas incluyen "intensificar la proyección exterior a través de instituciones que cumplen funciones parecidas en otros países, como el Arts Council británico". "Está claro que no somos norteamericanos", precisa, "pero podemos buscar el ejemplo de instituciones que funcionan a niveles similares, como los noruegos o suecos". Acerca de la polémica campaña del Punt de lectura -que preveía la promoción de 12 autores en televisión, entre otras acciones-, Parcerisas es de la opinión de que "todo se debió a un malentendido". "Personalmente, siempre defendí la campaña", dijo, "pero creo que se confundieron sus objetivos. La campaña pretendía promocionar a escritores de distintos géneros y de distintas áreas geográficas, al margen de las novedades. De todos modos, la campaña ya está llegando a su fin y si continúa ya veremos si se hace con la misma fórmula. La polémica fue más de ruido que de contenido". Dos ideas de Parcerisas para arrancar son colocar placas para recordar dónde han vivido escritores ilustres y recuperar los archivos de escritores fallecidos. Respecto a dos de las campañas más conocidas de la ILC, la del Escritor del mes y la del Escritor invitado, Parcerisas se muestra a favor de ambas. "Se tiene que pensar bien y organizarlo con tiempo, pero me parecen dos buenas ideas", afirma. También es de la opinión de que debería conectarse más el mundo de los escritores con la Universidad. "Si hay un curso universitario de literatura catalana contemporánea que estudie a Carme Riera, por poner un ejemplo", dice, "me parece normal que la ILC facilite la presencia de Riera en la universidad". Al recordarle que en la etapa de Cuyàs los escritores castellanos tuvieron presencia en los consejos de la ILC, puntualiza Parcerisas: "Fue para elaborar un Libro Blanco sobre el estado de las letras en Cataluña. Me parece, de todos modos, que los escritores en castellano de Cataluña ya están representados en la junta de la ILC a través de las asociaciones de escritores". Al preguntarle si no teme el efecto Isabel-Clara Simó, que ha dimitido a los pocos meses de ser nombrada para dedicarse a la escritura, reflexiona Parcerisas: "Son situaciones diferentes, porque yo ya hace años que cumplo funciones de representación. Sé desde hace años que para que algo funcione hay que darle un empujón, hay que ponerle voluntad. Las cosas no funcionan por si solas".
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