Organización pésima
La Fundación de Alcorcón sólo tiene dos meses y ya cojea. Lo que nos vendieron como nuevo sistema sanitario puntero, vanguardista, moderno y la solución de todos los problemas sanitarios es más de lo mismo, eso sí, en un edificio que se confunde con un hotel y con un personal a la puerta que más bien parecen las azafatas de un palacio de congresos.Los usuarios necesitamos de la sanidad eficacia, celeridad y buenos resultados, no estética. El 25 de marzo, el centro de salud Villaviciosa de Odón remitió al servicio de oftalmología de ese hospital una petición de consulta de D.J. Linares. A finales de abril, no habiendo recibido ninguna noticia del mismo, decidimos preguntar. Por teléfono, imposible, pues en el servicio de admisión no cogen las llamadas y en información o te sueltan la musiquita de turno (gran negocio para Telefónica) o te contestan que esperes "un minuto", que dura más de 15. Entonces te cansas y cuelgas.
Decidimos ir en persona. La entrada al aparcamiento es complicada. Encuentras al personal de vigilancia, que no te facilita nada las cosas, te ordena de malas formas. Después te colocas en una larga fila en el servicio de admisión. Harto de esperar, te diriges al servicio de atención al usuario, allí te explican que las peticiones de consulta las tiene que valorar primero el oftalmólogo, que establecerá la prioridad, y después llaman al interesado días antes de la consulta. Eso sí, si no estás en casa cuando llamen te quedas sin consulta y esperando hasta la eternidad, porque las órdenes de dirección son: "No dejar mensajes en los contestadores".
Yo pregunto: ¿tenemos que dejar de trabajar, ni salir del domicilio, para contestar el teléfono cuando tengan a bien llamar? Porque su organización es pésima y falta de previsión. ¿Es éste el nuevo método para erradicar las listas de espera? ¿O es que de las listas de espera hemos pasado a las llamadas en espera?
No es tan difícil organizar mejor las cosas, simplemente hagan como todo el mundo, cojan un libro de citas y vayan dando día a los usuarios según van llegando las peticiones, dejando unos huecos para los pacientes urgentes y preferentes. Tenemos derecho a organizarnos la vida a nuestra manera y no como a la Fundación Alcorcón le apetezca.-
