Garriga, en libertad tras ser detenido por tráfico de cocaína
El juez de guardia de Barcelona decretó anoche la libertad de Joan Garriga, que fue detenido el martes acusado de traficar con cocaína. Garriga fue subcampeón del mundo de motociclismo en 250 c.c. en 1988, año en que el título fue para su eterno rival, Sito Pons. Garriga y su socio Enrique Rodés regentaban un pub en Barcelona, en una zona acomodada, donde, según la policía, el negocio era la venta al detalle y al mayor de cocaína colombiana. El juez concedió la libertad sin fianza a Garriga y a la camarera Ana Q., mientras que Rodés ingresó en prisión, según Efe.
La colaboración ciudadana y las denuncias de los vecinos fueron las que alertaron a la policía de los supuestos manejos que se llevaban a cabo en el pub Enigma. El establecimiento era el centro del negocio montado por Enrique Rodés, de 37 años, conocido como Quique, y por Joan Garriga, que tiene 35 años. Con ellos trabajaba como camarera, pero también siempre según la policía con intereses en el negocio de la cocaína, Ana Q., una joven de 24 años..El grupo tenía distribuidas sus funciones de manera que, según la versión de la policía, Quique y Ana se encargaban de atender los pedidos de cocaína tras la barra del pub. El establecimiento estaba dotado de cámaras de televisión con las que controlaban posibles movimientos sospechosos en la calle. En el local, la policía encontró medio kilo de cocaína en un escondrijo practicado en un aparato de aire acondicionado. En una habitación, los agentes hallaron un pequeño laboratorio con ácidos y piedras de toque cuya función era determinar la autenticidad de las joyas de oro con las que algunos clientes pagaban sus compras de cocaína. Además, el local disponía de un pequeño zulo disimulado bajo unas baldosas con capacidad para almacenar varios kilos de droga. En el bar se encontraron 300.000 pesetas en billetes falsos de 10.000 y 5.000 pesetas.
De acuerdo con la investigación, el ex subcampeón de motos tenía la misión de aprovechar sus contactos con las personas que pululan en torno al mundo del motor para llevar al establecimiento clientela de este sector. Además, Garriga, a semejanza de los motoristas que se mueven frenéticamente por las calles y aceras de las ciudades repartiendo comida a domicilio, era el supuesto encargado de llevar la droga a determinados clientes de las clases altas de Barcelona a lomos de su potentísima moto roja, réplica de las de carreras de velocidad. El grupo de narcotraficantes, sostienen los investigadores policiales, tenía clientela abundante y de buenas familias de Barcelona y estaba capacitado para suministrar de una tacada, previo encargo, partidas de hasta tres kilos de cocaína.
Armas de fuego
El registro efectuado en la casa que Garriga posee en Vallvidrera, barrio de gente acomodada encaramado en la sierra del Collserola, arrojó otra sorpresa: junto a 35 gramos de coca y balanzas y útiles para cortar la droga, aparecieron dos pistolas del calibre 6,35, dos rifles del 22, un revólver y una escopeta perfectamente engrasadas y con munición. Se intervinieron 1,3 millones de pesetas, 30.000 pesetas falsas y abundantes joyas de oro. En la casa de Enrique Rodés, en Badalona, la policía encontró una pistola de la marca Glock y gran cantidad de joyas, la mayor parte con iniciales grabadas. Rodés y Garriga se tendrán que enfrentar, además, a la acusación de posesión ilegal de armas de fuego. La policía se ha incautado de las potentes motos y de los coches -dos poderosos BMW- de los dos detenidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.