El Ayuntamiento planea reformar el palacete de la Fuente del Berro

El palacete de la Fuente del Berro, un edificio de principios del siglo XVII, se cae a pedazos. Pedazos desprendidos de las cornisas y balaustradas se amontonan junto a sus muros. Urge una reforma. El concejal de Cultura, Juan Antonio Gómez Angulo, planteó el pasado miércoles ante el alcalde una rehabilitación total conservando su arquitectura original. El edil socialista Rafael Simancas pedirá en la próxima comisión de cultura un plan de rehabilitación inmediata y propondrá que albergue un museo medioambiental.

Por su parte, Fernando Martínez Vidal, presidente de la Junta de Salamanca -distrito al que pertenece este edificio, protegido por la Ley de Patrimonio desde 1946-, ya se ha dirigido al alcalde José María Álvarez del Manzano para solicitar su uso como centro cultural para el barrio. "Si ningún área del Ayuntamiento tiene planes para él, y de momento no existe un proyecto definido, entendemos que podría tener un buen uso para un barrio sin dotaciones culturales como es éste. Es un edificio que se está deteriorando y no se le saca todo el partido que puede dar", expone el concejal de Salamanca.El palacete de la Fuente del Berro forma parte, junto con los jardines del mismo nombre, de un conjunto histórico que el condestable de Castilla Bernardino de Velasco regaló a Felipe IV en 1631. En 1953, este edificio se convirtió en la sede del Instituto Arqueológico Municipal, un museo cerrado al público desde 1966. En estos momentos se guardan en él 300.000 piezas arqueológicas relacionadas con la historia de Madrid, algunas de gran valor, de cuya catalogación y conservación tan sólo se ocupan seis personas. Parte de estos fondos irán a parar al futuro Museo de San Isidro, cuyas obras finalizarán antes del verano, tal y como adelantó ayer el área de Cultura del Ayuntamiento.

"En estos momentos, este edificio no contiene las medidas de seguridad adecuadas [cualquiera puede penetrar en el edificio y pasearse entre los restos prehistóricos almacenados, tal y como comprobó ayer este periódico], la mayor parte de sus fondos está sin catalogar y cuenta con un número inadecuado de empleados. Es importante dotarle de medios para exponer sus fondos al público. Dudo mucho que el Museo de San Isidro se abra al público en un plazo tan breve de tiempo", objetó Simancas.

El lamentable estado en que se encuentra este palacio, en el que a los desconchones de la fachada se suman las humedades del interior, unido al anuncio del traslado de sus fondos al Museo de San Isidro, han hecho que los responsables municipales se preocupen por él. El concejal de Cultura, Gómez Angulo, es partidario de devolverle su aspecto primigenio basándose en los planos originales. Es decir, una gran obra. El edil de Salamanca, Martínez Vidal, prefiere para sus planes un simple "lavado de cara", con lo que en un año estaría funcionando como centro cultural.

El socialista Simancas no es partidario de que semejante edificio acoja un centro cultural de barrio. "Creo que un edificio de estas características debería tener un destino más ambicioso. Por su entorno y calidad podría ser un museo dedicado al medio ambiente o a la ecología", declaró el edil, que denuncia además el grave deterioro de este palacio. "Jamás ha estado tan deteriorado como ahora. En 10 años de desgobierno popular, casi se viene abajo. Eso es consecuencia de una dejación absoluta hacia el patrimonio cultural de Madrid. Para tomar en serio las propuestas sobre su destino se necesitan presupuesto y fechas", dijo ayer este concejal, que planteará en la próxima comisión municipal de cultura la rehabilitación inmediata del edificio, un crédito presupuestario para sus obras y para la catalogación y conservación de sus fondos, y que se le asigne ya un destino definitivo. "Estamos abiertos a otros proyectos", concluye Simancas.