"Somos el parapeto de la incompetencia"

"Somos el parapeto de la incompetencia". El plural lo atribuía ayer el jefe del departamento de Anestesia de La Fe, Rafael Montero, a los médicos que, en su opinión, la Consejería de Sanidad ha utilizado para eludir sus propias responsabilidades en el caso del brote de hepatitis C detectado en dos hospitales de Valencia. Montero, que ha sido expedientado por Sanidad por no haber comunicado la existencia del brote epidémico -cuando legalmente, según sostiene, no tenía ninguna obligación de hacerlo- rompió ayer su silencio y salió a la palestra para defender su actuación y acusar a la Consejería de Sanidad. Ésta, según Montero, "ha hecho prevalecer la búsqueda indiscriminada de culpables en lugar de prestar una pronta y adecuada atención a los afectados por el virus de la hepatitis C". El jefe de Anestesia de La Fe concluye diciendo que le parece "indignante que profesionales íntegros y de reconocida solvencia estén siendo utilizados como pantalla de lo que no es sino una expresión de una poco clara actuación de la Consejería de Sanidad". Rafael Montero acusa a Farnós de dar publicidad, "inadecuadamente" a informaciones reservadas, en referencia al acta de su comparecencia ante la inspección, y reafirma que el 20 de febrero comunicó al director gerente de La Fe, Vicente Gil Suay, todos los detalles relacionados con la hepatitis detectada al anestesista Juan Maeso y la decisión de la dirección de la Casa de Salud de prohibirle trabajar en la clínica. El jefe de Anestesia de La Fe se muestra dolido por la "falta de cortesía, de educación y de elegancia" de Farnós por no comunicarle personalmente su suspensión de funciones. "Pero me duele aún más", añade, "haber recibido advertencias de que mis manifestaciones y comparecencia ante la prensa puedan suponer un riesgo grave de suspensión de empleo y sueldo".