El Poder Judicial informa contra el anteproyecto de Enjuiciamiento Civil

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó a última hora de la noche del lunes un informe sobre el anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Civil que contiene duras críticas hacia el proceso civil diseñado por el Ministerio de Justicia, por mantener el predominio escrito de la vieja ley de 1881 y favorecer la complejidad que contribuye a la lentitud. Al término del debate, los vocales propuestos por el Partido Popular lograron impedir la difusión de unas conclusiones que resumían el contenido crítico del informe.

El debate parlamentario sobre el estado de la Nación estuvo presente durante todo el pleno monográfico celebrado el lunes por el Consejo General del Poder Judicial. Tras fracasar el intento de algunos vocales propuestos por el Partido Popular de retrasar la aprobación del crítico informe sobre el anteproyecto de ley de Enjuiciamiento Civil, aprobado por la Comisión de Estudios e Informes -de composición plural - y contenido en 401 folios, los mismos vocales, con el apoyo de los dos de CiU, lograron que no se aprobara el documento de cuatro folios que resumía el informe, cuya difusión ayer se consideraba demoledora para la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante.Aunque el propio ponente, Rubén Jiménez, y otros vocales del PP compartieron las críticas al anteproyecto de ley, por apartarse del criterio constitucional de oralidad y de la simplificación y modernización de los procedimientos preconizados por el Libro Blanco de la Justicia elaborado por el CGPJ, se respaldó finalmente que no se aprobaran las conclusiones a difundir. En ausencia del presidente del Consejo, Javier Delgado, y del vocal propuesto por el PNV, Emilio Olabarría -ambos de viaje oficial en el País Vasco-, se acordó por 10 votos a nueve que no hubiera conclusiones.

Sin embargo, el indisimulable contenido crítico del informe aprobado por el pleno del CGPJ parte de la inexistencia, junto al texto del anteproyecto, de "los necesarios estudios y datos sobre la realidad" de los tribunales civiles, en contraste con los datos sociológicos y estadísticos en los que fundamentó el Libro Blanco de la Justicia sus criterios sobre el proceso civil. El CGPJ critica que en el modelo procesal, excesivamente escrito, formalizado, complejo y con importantes ausencias del juez, "se aprecia un serio riesgo" de que "su aplicación pueda llegar a producir dilaciones mayores de las que supone actualmente la ley en vigor".

El CGPJ critica que la futura ley impida al tribunal civil aducir causas jurídicas que no hayan sido alegadas por las partes, lo que, además de mermar las facultades del juez, puede producir "situaciones irreparables" de injusticia.

El CGPJ considera perturbadora para el principio de oralidad la posibilidad de que en las vistas orales se deje una nota escrita. El informe critica que la futura ley no atribuya al secretario judicial las nuevas funciones procesales previstas en el Libro Blanco.

Falta de modernidad

Entre otras críticas concretas, el Consejo del Poder Judicial acordó reprochar que una ley que pretende sustituir a la de 1881 prescinda de la introducción "clara y precisa" de la informática en el proceso, de la presentación de escritos "a través de las modernas tecnologías" y de "la transmisión electrónica" de datos o la comunicación por fax.En materia de publicidad del proceso, el CGPJ critica que la decisión de celebrar a puerta cerrada cualquier actuación judicial, entre otros motivos por "el interés de la moralidad", no pueda recurrirse para poder resolver si la motivación fue correcta.

En cambio, el Consejo estima que esta ley -supletoria para el resto de procesos- debió abordar los juicios paralelos, los deberes de quienes intervienen en los pleitos en orden a la reserva de datos y la posición de los medios de comunicación social.

El informe estima que las notificaciones y citaciones supondrán grandes dilaciones por no seguir el criterio del Libro Blanco, favorable a reducir tales actos y a la "potenciación de los servicios comunes", mediante "un sistema racional y adecuadamente organizado de trabajo".