El Prat logra absorber los vuelos que generan los cruceros marítimos

El trabajo coordinado entre las autoridades del aeropuerto de El Prat y las compañías de cruceros que operan desde el puerto de Barcelona ha permitido, al menos hasta ahora, que no haya sido necesario desviar ninguno de los vuelos que éstas compañías han generado. La capacidad de algunos buques hace que lleguen en un mismo día varios vuelos de grandes naves de tipo chárter, no previstos en las franjas horarias habituales. Todos ellos han podido aterrizar en El Prat desde donde el pasaje es trasladado al puerto.

Un sólo crucero puede suponer que aterricen en El Prat tres grandes aviones en el mismo día. Pero el puerto no registra una única salida de buques de este tipo en un mismo día. El crecimiento del puerto de Barcelona como origen y destino de este tipo de turismo hizo que las autoridades portuarias y municipales se movilizaran para evitar que los aviones acabaran siendo desviados a Girona, Reus o incluso Valencia, lo que hubiera supuesto graves molestias para un turismo que paga elevados precios por los servicios que contrata. Las autoridades portuarias fueron receptivas a las peticiones y pidieron disponer de información anticipada de forma que pudieran ajustar al máximo los horarios. En algunos casos, las propias consignatarias avisan al servicio de coordinación horaria de AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) de las llegadas previstas. En otros, entregan la programación de los cruceros. Con esta información en las manos, El Prat ha logrado, de momento, que no fuera necesario desviar ningún vuelo. "De momento", insiste un portavoz de El Prat, que añade que se hará todo lo posible por seguir así, pero que no se pueden dar garantías absolutas. En estos momentos, hay navieras que han facilitado ya su programación hasta septiembre, mientras que otras la van entregando con menos adelanto. La previsión ha permitido un segundo servicio para este tipo de turismo: el pasajero no tiene que recoger las maletas en las cintas del aeropuerto, sino que las recibe directamente en el crucero. La coordinación entre los servicios de la policía y la Guardia Civil y las correspondientes autoridades estadounidenses ha facilitado que el pase de aduana se haga directamente en el barco. Lo mismo ocurre en el momento de partir. El pasajero entrega el equipaje en el barco, desde donde es transportado al avión ya facturado hasta el aeropuerto de destino, que puede ser prácticamente cualquiera en cualquier parte del mundo. No es la primera vez que opera este tipo de servicio. En 1992, con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos, ya se organizó un dispositivo que permitió que los atletas recibieran el equipaje en la Vila Olímpica y que facturaran desde allí mismo hacia su destino final El aeropuerto ha establecido acuerdos con tras consignatarias: Samuel M. Bull, McAdrews y P & B, según fuentes de El Prat. Estos acuerdos afectan a entre ocho y 12 buques semanales, algunos de ellos, como el Vision of the Seas, que ya opera, con capacidad para 2.000 pasajeros.La primera salida desde Barcelona de esta nave se han hecho con el cartel de completo. Los pasajeros de los cruceros han llegado por vía regular (TWA, Delta y British, preferentemente) y por chárter con Airways y Quanta.