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Los padres británicos irán a prisión si sus hijos faltan a clase

Isabel Ferrer

El absentismo escolar llega a su fin en el Reino Unido. Hacer novillos se ha convertido en un problema educativo y social de tal calibre que el Gobierno laborista ha decidido involucrar a los padres de los escolares. En casos extremos, los adultos pueden acabar en la cárcel si no logran devolver a sus hijos a las aulas. Las escuelas que consigan mantenerlos dentro recibirán incentivos económicos. Hace menos de un mes, el Gobierno francés se planteó medidas similares para atajar la violencia juvenil.El primer ministro británico, Tony Blair, que durante la campaña electoral prometió «educación y más educación», presentó ayer el proyecto gubernamental en un colegio de Londres que acepta a alumnos expulsados de otros centros.

Según las últimas cifras oficiales, casi un millón de escolares hizo novillos en 1997, un 15% de los inscritos en primaria y secundaria. De éstos, 100.000 fueron expulsados temporalmente y 13.000 de forma definitiva. El departamento de Exclusión Social señala que un 44% de dichos menores creía que su familia sabía que estaba en la calle y no en el colegio.

«Si modificamos la actitud de los padres habremos solucionado la mitad del problema», afirmaba ayer en The Times Peter Mandelson, ministro laborista sin cartera y uno de los colaboradores más próximos a Blair. «Los progenitores deben honrar sus responsabilidades y obligarles a acudir a clase. De no hacerlo, podrían ser penalizados por los tribunales», continúa Mandelson. Entre las órdenes que pueden recibir los adultos figura la obligación de acompañar a diario a sus hijos al colegio o acudir ellos mismos a escuelas de padres.

Blair también respalda el uso de registros electrónicos para alertar a la familia de la huida del niño. La policía tendrá poderes para recoger a los menores de la calle aunque no hayan cometido delito alguno. El sindicato de profesores teme que las nuevas medidas devuelvan al alumno indeseado al colegio y el resto de sus compañeros pague las consecuencias.

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