Un ejemplo sobre ruedas
Un microcrédito de Cáritas dio un empujón a la empresa Mensajería Emaús, creada el año pasado por siete jóvenes en Vallecas. Trabajan bajo el amparo de organizaciones como los Traperos de Emaús, Cáritas, la Coordinadora de Barrios y las Madres Unidas contra la Droga. Estos jóvenes han conocido en su mayor parte la marginación, en unos casos las toxicomanías, en otros la cárcel y en algunos el desarraigo familiar.El proyecto comenzó a fraguarse hace tres años porque los Traperos de Emaús no daban abasto para dar una salida laboral a todos los jóvenes que llegaban a ellos con esa demanda. Los Traperos cedieron un local en el polígono de La Cerámica, en el barrio vallecano de Fontarrón. La Fundación Raíces, vinculada a la parroquia de Entrevías, puso dinero para comprar motos, y las Madres contra la Droga cedieron una furgoneta. El microcrédito de Cáritas ayudó a ponerlo en marcha.
El pasado mes de febrero, cuando cumplieron un año, sus integrantes se mostraban contentos con el balance, aunque reconocían que tenían más gastos que ingresos. Las asociaciones promotoras mantienen su apoyo y los mensajeros colaboran con ellas en todo lo que pueden.
La mensajería (91 551 18 03) intenta encontrar un hueco en un mercado muy competitivo. Sus integrantes trabajan con ilusión a pesar de recibir sólo unas 20.000 pesetas de sueldo.
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